La historia es bien sencilla y desde Valladolid lo explican "Sabíamos que no podríamos utilizar nuestras dos camisetas [blanquivioleta y negra] y quisimos dar a elegir entre cuatro colores que no hubiera utilizado nunca el Real Valladolid", señala Jorge Santiago, director de operaciones del club. «El violeta no cumplía esas condiciones. Es un color especial para un solo partido"!.
Este miércoles se presentarán en sociedad y el jueves los abonados podrán embutirse en ellas previo pago de 45 euros.
El rosa será uno de esos colores infrecuentes para la retina del seguidor pucelano. En 1928, la junta directiva aprobó que la camiseta del Real Valladolid Deportivo tuviese listas moradas (por el pendón de Castilla) y blancas (porque era el color de Real Unión Deportiva y CD Español, los dos clubes que se fusionaron para dar origen a la nueva entidad). Históricamente, el Real Valladolid recurrió al color rojo como segunda indumentaria hasta la temporada 1980-81.
El ascenso a Primera llevó al club a vestir de morado-violeta cuando no jugaba como blanquivioleta. "Ese debería ser el color de la segunda equipación siempre porque es un color que no tiene nadie... salvo el Palencia", explica Mariano Mancebo, director de comunicación. Y precisamente en aquella campaña 1980-81, vallisoletanos y palentinos se midieron en la Copa lo que llevó al Real Valladolid a utilizar una camiseta de un blanco impoluto.
Pero hubo más colores improbables para los de Pucela. El 20 de septiembre de 1992, el Real Valladolid jugó de azul... con el uniforme suplente del Mérida por un olvido del utilero. La camiseta negra y violeta gozó de gran aceptación a finales de los noventa. Luego llegó una tercera elástica amarilla con llamas moradas. "Ha sido la más rara que hemos tenido", apunta Jorge Santiago.
La recuperación del rojo en 2001, gris plata, negro, violeta... diferentes colores que el sábado dejarán paso al rosa.
