Hay que recordar que cuando la crisis sanitaria se disparó, primero se decidió el aplazamiento de dos jornadas (las 28 y 29, correspondientes a los fines de semana del 14-15 y 21-22 de marzo), después un aplazamiento de todo el fútbol y, ahora, esta suspensión sine die supone un paso más.
Tanto la RFEF como la Liga han coincidido en valorar la situación de alarma por la que atraviesa el país y así evitan comunicar fechas de posible regreso de las competiciones, aunque ello no es obstáculo para que en los despachos de forma telemática se siga laborando sobre escenarios de la vuelta a la actividad.
Esta medida que ha tomado el fútbol español será generalizada en toda Europa, según la Asociación de Clubes Europeos (ECA), y supone que en cualquier momento se podría declarar la temporada desierta; es decir, sin que hubiera campeones en las competiciones ni ascensos ni descensos.
Hay otras alternativas, como intentar acabar esta temporada y engarzar rápidamente con la siguiente.
