10 de julio de 2011, 13:09
Cambiaron las personas (en puestos de responsabilidad) y cambió la estrategia: el FC Cartagena fichaba con relativa lentitud en la etapa de David Buitrago, con Juan Ignacio a su lado y Paco Gómez no muy lejos de ambos.
La excesiva lentitud le llevó al 'Buitre' a dormirse alguna vez hasta fichar lo que acarreó a fichar por ficchar a última hora a 'Lobo' González Vigil y así les lució el pelo a los dos. Sus fichajes de invierno fueron casi todos un desastre (otro ejemplo el del brasileño Schomoller), frente a aciertos como el alta del meta Rubén, que dio rentabilidad a su jefe por el traspaso del gallego al Málaga.
Ahora, desde que entró Quirantes, ascendido de ojeador a director deportivo, los encargados de las contrataciones van con rapidez y parece que se pisa sobre seguro. A veces Quirantes pone velocidad de bólido. Un Quirantes ademàs dialogante, todo lo contrario que su antecesor, solo locuaz con quienes le interesaba.
Quirantes medita, calcula, piensa y rumia los fichajes, mirados con lupa y máxima escrupulosidad. Se podrá equivocar, y se equivocará, pero los informes de los jugadores fichados por el renovado Cartagena son piezas conocidas y valoradas por él a pie de campo. Referencias indirectas pocas, por no decir ninguna.
COLLANTES, UNA GESTION ESPECTACULAR
La gestión por ahora más espectacular de Quirantes ha sido la del gaditano Collantes, quien se incorporará al grupo cartagenerista una semana más tarde. El DD deportivo albinegro sabía que Collantes acababa contrato el 30 de junio y antes de que comenzase la fase de ascenso con el Granada ya tenía amarrado al jugador, que se destapó en los partidos de las dos eliminatorias.
Por ahí comenzó a ser bien valorado Quirantes por la afición, después de su desliz cuando no trató adecuadamente -en las formas- al decirle que no iba a seguir en la plantilla tras la buena campaña del 21 albinegro.
FICHAJES CONTRASTADOS
El resto de los fichajes son de futbolistas contrastados, en especial para el bloque de la defensa, llamado a ser el sostén del equipo. Ya en la pasada campaña los más de 60 goles encajados entre Casilla y Rebollo restaron muchos puntos, La temporada que viene la zaga debe de ser otra cosa. A mejor. Desde Málaga llegan dos ex primerdivisionistas de buen ver, y desde Alicante aterriza un valladar llamado Abraham Paz, quien llega convencido de que va a un club que va a pelear por el ascenso. Otra cosa es que lo obtenga, pero el propósito está ahí, le guste a unos más y a otros, menos.
Josemi es otro experto que puede aportar atrás, con un Gorka Kijera que ha sido seguido por Quirantes en las eliminatorias de ascenso.
Para el centro de campo una de las novedades es el brasileño Cléber. Procede del fútbol luso y ha sido un bastión en la faceta defensiva como volante del Vitoria de Guimaraes, un equipo involucrado en Europa. La experiencia de Dimas, que fue capitán del Barcelona B y ha hecho buenas campañas en Soria con el Numancia, aportan esperanza en esa línea. Falta una pieza al menos en el puzzle.
DOS DELANTEROS QUE DEJARON BUENA HUELLA
El destino y las circunstancias muestran dos hombres a olvidar por el cartagenerismo en el sentido de que no se puede vivir eternamente de sentimentalismos: no van a estar Toché, el segundo goleador, y tampoco sigue Víctor, el segundo artillero y pasador de muchos balones aprovechados por el de Santomera. Los dos dejaron una buena huella. Los que hayan de llegar tienen una papeleta, por las comparaciones.
PL quiere ver en su ambiente y en precampaña a los controvertidos Goiría, que no ha llegado a cuajar, y Tati Maldonado, casi ausente en el pasado ejercicio por su lenta recuperación física. si ambos respondiesen serían fichajes extraordinarios. Quirantes ha conseguido la cesión de Salva Chamorro, goleador en el Teruel y ahora cedido por el Villarreal, y pelea -algo desanimado o aburrido, según sus palabras- por Pablo Sánchez. Faltan herreamientas para el ataque.
Con una ofensiva acorde con el nivel de los nuevos fichajes son muchos los que piensan que Paco Gónez vivirá la campaña más feliz desde que el dueño del Cartagena habla del ascenso como si fuese cosa sencilla de alcanzar. Yo no le voy a quitar la ilusión, ni la voy a alimentar demasiado.
La excesiva lentitud le llevó al 'Buitre' a dormirse alguna vez hasta fichar lo que acarreó a fichar por ficchar a última hora a 'Lobo' González Vigil y así les lució el pelo a los dos. Sus fichajes de invierno fueron casi todos un desastre (otro ejemplo el del brasileño Schomoller), frente a aciertos como el alta del meta Rubén, que dio rentabilidad a su jefe por el traspaso del gallego al Málaga.
Ahora, desde que entró Quirantes, ascendido de ojeador a director deportivo, los encargados de las contrataciones van con rapidez y parece que se pisa sobre seguro. A veces Quirantes pone velocidad de bólido. Un Quirantes ademàs dialogante, todo lo contrario que su antecesor, solo locuaz con quienes le interesaba.
Quirantes medita, calcula, piensa y rumia los fichajes, mirados con lupa y máxima escrupulosidad. Se podrá equivocar, y se equivocará, pero los informes de los jugadores fichados por el renovado Cartagena son piezas conocidas y valoradas por él a pie de campo. Referencias indirectas pocas, por no decir ninguna.
COLLANTES, UNA GESTION ESPECTACULAR
La gestión por ahora más espectacular de Quirantes ha sido la del gaditano Collantes, quien se incorporará al grupo cartagenerista una semana más tarde. El DD deportivo albinegro sabía que Collantes acababa contrato el 30 de junio y antes de que comenzase la fase de ascenso con el Granada ya tenía amarrado al jugador, que se destapó en los partidos de las dos eliminatorias.
Por ahí comenzó a ser bien valorado Quirantes por la afición, después de su desliz cuando no trató adecuadamente -en las formas- al decirle que no iba a seguir en la plantilla tras la buena campaña del 21 albinegro.
FICHAJES CONTRASTADOS
El resto de los fichajes son de futbolistas contrastados, en especial para el bloque de la defensa, llamado a ser el sostén del equipo. Ya en la pasada campaña los más de 60 goles encajados entre Casilla y Rebollo restaron muchos puntos, La temporada que viene la zaga debe de ser otra cosa. A mejor. Desde Málaga llegan dos ex primerdivisionistas de buen ver, y desde Alicante aterriza un valladar llamado Abraham Paz, quien llega convencido de que va a un club que va a pelear por el ascenso. Otra cosa es que lo obtenga, pero el propósito está ahí, le guste a unos más y a otros, menos.
Josemi es otro experto que puede aportar atrás, con un Gorka Kijera que ha sido seguido por Quirantes en las eliminatorias de ascenso.
Para el centro de campo una de las novedades es el brasileño Cléber. Procede del fútbol luso y ha sido un bastión en la faceta defensiva como volante del Vitoria de Guimaraes, un equipo involucrado en Europa. La experiencia de Dimas, que fue capitán del Barcelona B y ha hecho buenas campañas en Soria con el Numancia, aportan esperanza en esa línea. Falta una pieza al menos en el puzzle.
DOS DELANTEROS QUE DEJARON BUENA HUELLA
El destino y las circunstancias muestran dos hombres a olvidar por el cartagenerismo en el sentido de que no se puede vivir eternamente de sentimentalismos: no van a estar Toché, el segundo goleador, y tampoco sigue Víctor, el segundo artillero y pasador de muchos balones aprovechados por el de Santomera. Los dos dejaron una buena huella. Los que hayan de llegar tienen una papeleta, por las comparaciones.
PL quiere ver en su ambiente y en precampaña a los controvertidos Goiría, que no ha llegado a cuajar, y Tati Maldonado, casi ausente en el pasado ejercicio por su lenta recuperación física. si ambos respondiesen serían fichajes extraordinarios. Quirantes ha conseguido la cesión de Salva Chamorro, goleador en el Teruel y ahora cedido por el Villarreal, y pelea -algo desanimado o aburrido, según sus palabras- por Pablo Sánchez. Faltan herreamientas para el ataque.
Con una ofensiva acorde con el nivel de los nuevos fichajes son muchos los que piensan que Paco Gónez vivirá la campaña más feliz desde que el dueño del Cartagena habla del ascenso como si fuese cosa sencilla de alcanzar. Yo no le voy a quitar la ilusión, ni la voy a alimentar demasiado.
