jueves. 28.03.2024
Como es norma de la casa, el club no ha dado noticia al respecto. El silencio en la entidad es la norma general.  Casi todo está bloqueado. Equipos en peor situación financiera, como el Albacete, ya ha comenzado su campaña de abonados. En el Cartagena nada se sabe. Y es normal porque no hay un cuadro dirigente que encauce.
 
Se ha registrado una reducción de personal. No nos referimos a la caducidad de los contratos de jugadores o técnicos que no han sido renovados (casos de José Miguel Campos, que firmó en La Hoya, y de Portu o Requena) sino que al menos tres personas no siguen en sus funciones de despacho, con mayor o menor responsabilidad.
Reverte ha conseguido renovar la confianza del propietario del club y gracias al trabajo del lorquino y del nuevo preparador el club está vivo en la tarea de ir perfilando el objetivo de confeccionar la plantilla para el ejercicio 2013-2014. El director general Paco López no sigue, pero eso es algo que se ha sabido por la evidencia de que se ha despedido personalmente de personal del club pero –todavía- no de los medios de comunicación. En el club continúan Cristina Bustillo, adjunta a la dirección, y Juan Mateos, el decano de los empleados administrativos, además de Baleriola, y personal auxiliar y técnico como Pedro Arango y su hijo, el entrenador de porteros Yepes y José Tello.
{sumario:Paco López, desde que dejó de ser director general, está desaparecido en combate :sumario}A falta de un director general o gerente, cargo que necesariamente tendrá que ser cubierto con la marcha de Paco López, que no atiende a llamadas telefónicas, no ha sido renovado el contrato de la administrativa Yolanda ni el de la responsable de prensa, Cristina Lozano.
El encargado del terreno de juego, Juanitín, no pertenece a la nómina del club puesto que su tarea es una concesión del Ayuntamiento hacia el club, que se ahorra un importante capítulo en el mantenimiento de las instalaciones.
 
A todos los que que sudan la camiseta en el campo se les ha correspondido económicamente en los pagos con documentos bancarios, pero no así al resto de los empleados del club que permanecen sin percibir sus salarios de mayo y junio. Trato discriminatorio que da el club en este caso. Algunos lo están pasando mal. Son seis o siete personas.

Reducción de personal en el Cartagena al margen de los que juegan
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