7 de septiembre de 2015, 1:09
GUILLERMO JIMÉNEZ
Aparecen los resultadistas metiendo el dedo en el ojo del buen fútbol del FC Cartagena. Derecho tienen a discrepar -porque "esto es muy bonito pero no se gana", dicen mirando la tabla de clasificación- aunque en general después de varias campañas en ayunas de buena técnica, jugando al patadón o a lo que saliese para vencer de chiripa, ves ahora un conjunto que busca el espectáculo y que tras perder dos encuentros y empatar uno, sale aplaudido del estadio. Por su trabajo. Todavía hay gente que no valora que el estado del campo de juego perjudicaba las expectativas del equipo de Víctor Fernández. Siempre llueve cuando no hay escuela.
Antes se bostezaba cuando no gritaban los más exigentes porque Pablo Pallarés de blanquinegro, ni después de azulgrana con el Huesca, no marcaba ni de rebote, por ejemplo: ahora vemos trenzar el juego en el Cartagonova y una propuesta de dar espectáculo, de buscar por las alas las cosquillas de la defensa adversaria, de llevar la iniciativa (imposible los 90 minutos) y reunir méritos para vencer con normalidad; pero como el triunfo se esfuma porque el balón no llega a la red con la asiduidad que se requiere, algunos esgrimen que este nuevo equipo practica el tocomocho y que ya está en puesto de descenso.
La Liga son 114 puntos a pelear en treinta y ocho jornadas. De nueve disputados solo hay uno en la mochila. Es una ganancia ínfima que deja terreno abonado a los derrotistas ¿Nos ponemos a temblar? Yo, no.
"FÚTBOL PERRO" (¿?)
Algunos expertos en desestabilizar pontifican con el argumento de que "el Cartagena necesita hacer un 'fútbol perro' para jugar en Segunda B".
Hasta hace bien poco se jugaba peor que mal y no se ganaba. Hoy se juega bien/muy bien, en comparación, y (de momento) no se triunfa; pero hasta los más legos saben que actuando mejor que el adversario y llevando la iniciativa a la larga triunfas en un campeonato por puntos. De toda la vida de este juego. También otra cosa sería que el conjunto y sus individualidades no saliesen del gambeteo, sin más, o que sus delanteros fuesen unos negados. Éste no es el caso del Cartagena. Se crean acciones de gol y la insistencia e este comportamiento hará que lleguen los goles a la fuerza. Hay materia prima. El año pasado, con los debidos respetos, no había ni materia ni prima. Pero sí muchos primos tratados así en muchos aspectos por los dueños del club y de sus deudas.
Los enamorados del 'fútbol perro', que se quedan con el can, que yo me quedo con el fútbol ligado y que llega a la grada.
DOS PARTIDOS CASI IGUALES
Me agradó mucho más el encuentro de este domingo con la Balona (1-1) que el primero ante el Linares (0-1). Pero los dos partidos tuvieron similitudes y es que se pudo ver la perspectiva de la plantilla de VF y también la falta de un acuerdo de colaboración entre la suerte y el nuevo preparador. "Vamos bien. Estamos en el camino". Así se ha pronunciado el que fuera admirado '21' de Juan Ignacio en 2010. Pero el emeritense debe pactar ya con el mismísimo diablo para que esos balones a la madera contrario o que se fallan casi sin portero, entren de una puñetera vez.
A LOS ÁRBITROS LES TOMAN EL PELO
La radio autonómica dijo que el árbitro fue casero...
Hubo asedio a la puerta del Linares en la primera jornada de Liga y este domingo en la tercera, en el área de la Balona el cerco de los indios apaches se hizo de nuevo. Pero en esos 180 minutos ante linarenses y balonos, se jugarían realmente poco más del 70% la mitad porque los dos primeros visitantes fueron maestros en pérdida de tiempo, que equivale a tomadura de pelo al árbitro y al público.
Sergio Escriche dio de prolongación 1 ridículo minuto en la primera parte y 5 minutos en la segunda. Coincido con Alfonso Melenchón, exjugador profesional del Cartagena. Elche y Jaén, y él coincide conmigo, en que otra cosa sucedería si los árbitros decidiesen aumentar el tiempo de juego con 10 o 12 minutos para 'compensar' o contrarrestar la descarada pérdida de minutos. En los años 70 ya hubo en Primera un árbitro, Tomeu Palanqués, que ''castigaba' a los perdedores de tiempo con 14 o 15 minutos de añadido. Pero nadie le siguió en su cruzada de combate a los actores de teatro con camiseta de futbolista.
Un jugador linense es atendido 'moribundo' sobre el césped. Arañando minutos. / LUIS GODINEZ
EL MAGISTERIO DE LOS PORTEROS PERDIENDO TIEMPO
Y si esas tarjetas amarillas a los porteros por demorar con exageración los saques de meta llegasen a las primera de cambio, y no en el minuto 90, daría pie a que se produjese para ellos la segunda amarilla y la expulsión. No es lo mismo que un equipo se quede sin un jugador de campo en esas circunstancias que le suceda a un guardameta titular.
Esa actitud de los porteros está muy extendida y no disculpo ni a Limones, por ser del Cartagena
FEDERICO Y CRISTO EMPIEZAN A SER VALORADOS
De los menos conocidos por la afición del Cartagonova, fue visto y bien visto Cristo con su fútbol asociativo y vivo. Y el uruguayo Federico Laens también demostró calidad; nada que ver su decisión en el salto de cabeza con el de su compatriota Seba Rivas, que de diez balones disputados por alto perdía 9, menos el que le costó un día que, sin querer, el portero del Granada B le rompiese la mandíbula a cambio de hacer un valiente gol de cabeza.
Sergio García, por supuesto, ya está consiguiendo una valoración saludable. Poco faltó para hacerle el 1-0 a Lolo Soler, que se sacó la mejor parada de la tarde, en el primer tiempo. Y de los de la parte defensiva, un chico canario que juega por la izquierda y se llama Jesús Álvaro resultó ser más malabarista y jugón que Botelho, el brasileño
