Desde que renovó por el cuadro onubense el técnico de Sanlúcar de Barrameda jamás ocultó su descontento por cómo podía quedar el plantel para la próxima temporada, dados los enormes problemas económicos que atravesaba el Recreativo -en proceso concursal- y que ha acabó con la petición al juez, por parte de los administradores, de establecer una nueva distribución salarial; es decir, la implantación de un tope salarial.
En varias ocasiones Carlos Ríos llegó a reconocer que lamentaba haber renovado, ya que "era la única persona a la que se había subido el sueldo para la próxima temporada, cuando al plantel se le había pedido que se lo rebajara".
En diversas oportunidades el de Sanlúcar comentó que se sentía "incómodo" con esa situación, y que se "arrepentía de haber renovado con tanta antelación".
