Tal y como se veía venir Rubén Castro ha puesto pies en polvorosa y ha decidido abandonar el Cartagena. Después de dos temporadas fantásticas al futbolista no le ha convencido lo que está haciendo el club blanquinegro y ha decidido apostar por la oferta del Málaga, muy superior a la ofrecida por el club blanquinegro, que ya daba por vendida la piel del oso antes de cazarlo. Incluso el propio Rubén dijo en algún medio local de Cartagena que estaba dispuesto a seguir, palabras que fueron aprovechadas por Breis para dar por cerrada una operación que tenía muchas aristas. El representante del jugador, el propio futbolista o ambos a la vez debieron percatarse y aprovecharon para abrir una rendija por la que, inesperadamente, se coló el Málaga para llevarse al futbolista.
En Málaga la felicidad de la afición malacitana es total a estas alturas, todo lo contrario que la cartagenerista que ha sufrido de sus mayores golpes desde que se encuentra en la Liga Smartbank. La salida de RC7 ha sido un golpe bajo en toda regla para el cartagenerismo. Alguien no ha sabido gestionar bien la continuidad de Castro, al que todo el mundo daba por hecho en Cartagena que continuaría como blanquinegro, pero nada más lejos de la realidad. Rubén Castro se ha limitado a seguir el camino de tantos otros que han decidido emigrar.
Conociendo como las gastan la pareja conocida como la B&B de puertas para dentro todas las culpas recalarán en el futbolista. En público habrá palmaditas y alabanzas pero el orgullo y la soberbia que caracterizan a Belmonte y a Breis, conocidos por su prepotencia, han sido gravemente tocados y son acciones que la pareja de directivos no van a perdonar nunca, como no le han perdonado ni a Cristo Martín, en su momento, ni a Elady ni a Raúl Navas ni a tantos otros que se han tenido que marchar por encima de las malas artes de la B&B, que esta vez se han equivocado al anunciar antes de tiempo con mensajes en distintos sitios afines al club la continuidad como blanquinegro.
Para la B&B ha sido, es un duro golpe que no esperaban. Creían que lo tenían todo hecho pero nada más lejos de la realidad. El resbalón ha sido de época porque ni es el primero, ni el segundo ni el tercero y tampoco será el último. El orgullo y la soberbia de ambos dirigentes han sido gravemente tocados.
También se ha equivocado la pareja del futbolista, muy dada a las redes sociales y a la que le ha faltado tiempo para salir al paso con un twitt que ha molestado, y mucho, al cartagenerismo, twitt que reproducimos aquí para que cada cual se forme su propia opinión, pero la pareja del futbolista ya está aguantando un montón de comentarios a través de las distintas redes sociales.
Lo peor de todo, además de los goles que pierde el Cartagena de una tacada, es la repercusión que puede tener en la campaña de abonos, muchos de ellos esperando a una renovación del delantero que, definitivamente, ha puesto los pies en polvorosa sin dar ninguna otra explicación.