Rubén Castro marcó su décimo gol con la camiseta del Efesé después de atravesar por una especie de sequía que le ha durado desde la jornada 18, cuando le marcó al Sabadell el único tanto de los cartageneristas. Entonces aún estaba Borja Jiménez en el banquillo y en aquel choque acabarían volando tres puntos de oro.
Desde entonces el delantero canario estaba con el gatillo averiado. No hizo goles ni en Alcorcón, ni al Real Zaragoza, ni tampoco en Tenerife, ni contra el Mirandés ni al Sporting en el Molinón. Cinco jornadas en donde sus goles se han dejado notar.
El ‘pichichi’ albinegro volvió a ser el jugador ratonero, el ‘pillo’ del área que, con apenas uno o dos movimientos, sabía muy bien el paso que tenía que dar para desembarazarse de su o sus marcadores que, por más que lo intentaron, esta vez no lograron sujetarle.