25 de agosto de 2009, 2:00
Los españolistas quieren que se baquetee en Segunda y por ello lo ceden a un Cartagena que no coloca el menor reparo a esta operación. Una operación que tiene bastantes ventajas y muy pocos inconvenientes. El mayor problema sería que el chico triunfase de blanquinegro y que enseguida retornase al equipo periquito. Pero sería después de dejar sus frutos aquí.
Hace aproximadamente un año Oscar Sielva se disparó hacia un estrellato seguramente prematuro. La considerada perla del espanyoljsta pasó de estar en el juvenil B del Espanyol a hacer la pretemporada con el primer equipo, con partidazo en Old Trafford incluido.
HEROE EN EL EUROPEO SUB-17
El centrocampista, que cumplía 17 años, no quería detenerse. El periodista catalán Raúl Paniagua lo explicaba con nitidez en aquella ocasión. El bebé de oro, uno de los héroes del Europeo sub-17, quería cumplir su sueño de jugar en Primera lo antes posible.
El chavalín de Olot estaba siendo la gran sensación del verano blanquiazul. En los entrenamientos de Sant Adrià, había varios aficionados y todos hablaban maravillas de él. Alguno pedía que se quedara ya en la primera plantilla. "Si todo el mundo dice que es un figura será por algo. El juvenil se le queda pequeño y el filial lo tenemos en Tercera y le pueden hinchar a patadas", eran comentarios espontáneos surgidos en la grada. Todos sus colegas le dieron la razón.
SIelva es un jugador que ha pasado de delantero a pivote.
Su padre tuvo la osadía de vestir al chico con la camiseta del Madrid cuando tenía 3 años. Esa es una de las fotos que guarda Pili, su madre, que tiene toda la carrera de su hijo en imágenes, desde que empezó a jugar con 5 años en el barrio de San Roque de Olot hasta el oro del campeonato de Europa sub-17, en el que jugó todos los minutos en el equipo de Juan Santisteban. En las fotos no falta su paso por la Escuela de Fútbol de la Garrotxa, donde marcó 170 goles el año antes de fichar por el Espanyol.
COMO UN SUEÑO
"Míralo. Siempre es el más pequeñito porque jugaba siempre con la categoría siguiente a la de su edad", explicaba la mamá, que estaba encantada con el comportamiento del Espanyol. "Le doy un 10. Desde que vino aquí hace dos años se han portado muy bien en todo". Óscar, que había acabado cuarto de ESO, se encontraba muy a gusto en la residencia del club en Gràcia, donde había encontrado una "segunda familia". También conectó muy bien con el vestuario. "Ha sido un bebé bien recibido. Está viviendo un sueño", proclamaba el padre.
Su éxito en el Europeo sub-17 de Turquía fue clave. Márquez se fijó en él, en un Oscar Sielva con posibilidades.
CONEXIÓN CON DE LA PEÑA Y RIERA
José Manuel Casanova, coordinador del fútbol base blanquiazul, lo descubrió hace tres años en la Garrotxa. "Llegué como goleador y he acabado en el puesto de seis, pero estoy muy a gusto", declaraba Sielva, quien halló en Riera y De la Peña sus mejores aliados. "Iván me está ayudado muchísimo. Sé que le puedo consultar cualquier cosa y eso me da más tranquilidad".
Aunque estaba viviendo sus mejores días, no quiso tener prisas. Era consciente de que podía volver al juvenil, pero no se inquietaba el chaval. "Las cosas hay que hacerlas con calma. Soy juvenil, pero mi reto es jugar en Primera lo antes posible. Mi espejo es Iniesta. Me encanta cómo ve el fútbol. Es buenísimo". Para empezar y por si acaso el Espanyol le ha renovaba por siete temporadas, una de las cuales consumirá en el FC Cartagena este futbolista precoz. "Es aún muy joven, pero nos puede aportar mucho. Le auguro un gran futuro", declaraba Márquez, quien ya le dio minutos en Manchester con el primer equipo. Allí, el bebé jugó como un veterano y se trajo un recuerdo muy especial: la camiseta de Giggs, uno de sus ídolos.
Hace aproximadamente un año Oscar Sielva se disparó hacia un estrellato seguramente prematuro. La considerada perla del espanyoljsta pasó de estar en el juvenil B del Espanyol a hacer la pretemporada con el primer equipo, con partidazo en Old Trafford incluido.
HEROE EN EL EUROPEO SUB-17
El centrocampista, que cumplía 17 años, no quería detenerse. El periodista catalán Raúl Paniagua lo explicaba con nitidez en aquella ocasión. El bebé de oro, uno de los héroes del Europeo sub-17, quería cumplir su sueño de jugar en Primera lo antes posible.
El chavalín de Olot estaba siendo la gran sensación del verano blanquiazul. En los entrenamientos de Sant Adrià, había varios aficionados y todos hablaban maravillas de él. Alguno pedía que se quedara ya en la primera plantilla. "Si todo el mundo dice que es un figura será por algo. El juvenil se le queda pequeño y el filial lo tenemos en Tercera y le pueden hinchar a patadas", eran comentarios espontáneos surgidos en la grada. Todos sus colegas le dieron la razón.
SIelva es un jugador que ha pasado de delantero a pivote.
Su padre tuvo la osadía de vestir al chico con la camiseta del Madrid cuando tenía 3 años. Esa es una de las fotos que guarda Pili, su madre, que tiene toda la carrera de su hijo en imágenes, desde que empezó a jugar con 5 años en el barrio de San Roque de Olot hasta el oro del campeonato de Europa sub-17, en el que jugó todos los minutos en el equipo de Juan Santisteban. En las fotos no falta su paso por la Escuela de Fútbol de la Garrotxa, donde marcó 170 goles el año antes de fichar por el Espanyol.
COMO UN SUEÑO
"Míralo. Siempre es el más pequeñito porque jugaba siempre con la categoría siguiente a la de su edad", explicaba la mamá, que estaba encantada con el comportamiento del Espanyol. "Le doy un 10. Desde que vino aquí hace dos años se han portado muy bien en todo". Óscar, que había acabado cuarto de ESO, se encontraba muy a gusto en la residencia del club en Gràcia, donde había encontrado una "segunda familia". También conectó muy bien con el vestuario. "Ha sido un bebé bien recibido. Está viviendo un sueño", proclamaba el padre.
Su éxito en el Europeo sub-17 de Turquía fue clave. Márquez se fijó en él, en un Oscar Sielva con posibilidades.
CONEXIÓN CON DE LA PEÑA Y RIERA
José Manuel Casanova, coordinador del fútbol base blanquiazul, lo descubrió hace tres años en la Garrotxa. "Llegué como goleador y he acabado en el puesto de seis, pero estoy muy a gusto", declaraba Sielva, quien halló en Riera y De la Peña sus mejores aliados. "Iván me está ayudado muchísimo. Sé que le puedo consultar cualquier cosa y eso me da más tranquilidad".
Aunque estaba viviendo sus mejores días, no quiso tener prisas. Era consciente de que podía volver al juvenil, pero no se inquietaba el chaval. "Las cosas hay que hacerlas con calma. Soy juvenil, pero mi reto es jugar en Primera lo antes posible. Mi espejo es Iniesta. Me encanta cómo ve el fútbol. Es buenísimo". Para empezar y por si acaso el Espanyol le ha renovaba por siete temporadas, una de las cuales consumirá en el FC Cartagena este futbolista precoz. "Es aún muy joven, pero nos puede aportar mucho. Le auguro un gran futuro", declaraba Márquez, quien ya le dio minutos en Manchester con el primer equipo. Allí, el bebé jugó como un veterano y se trajo un recuerdo muy especial: la camiseta de Giggs, uno de sus ídolos.
