4 de septiembre de 2014, 1:02
Sebastián Ribas, hijo de Julio Ribas, siguió desde la última fila de butacas de la tribuna alta, los avatares de su nuevo equipo. Estuvo acompañado de un par de amigos y, por pura casualidad, vio el encuentro muy cerca del actual director deportivo cartagenerista, el lorquino Pedro Reverte que quizás tampoco se percató a quien tenía como vecino de butaca.
Sebas Ribas no habla aún. No puede hablar hasta que no sea presentado como futbolista del Cartagena. Un 'caprichito' de las manías que suelen crecer como setas en equipos que, como el FCC, están más necesitados de ayuda que de otra cosa.
Lo que sí debió de escuchar Ribas fueron los gritos de algún que otro aficionado impaciente que ya le pedían goles como el que pide churros. "Sebas, enseñales a estos 'pringaos' como se marcan los goles" le dijo uno mientras otro le comentó algo parecido. "Vaya 'mantas' de compañeros que van a tener Sebas",
El hispano uruguayo, muy comedido y recatado durante toda la noche, llega como el revulsivo que necesita este equipo para empezar a coger el buen camino. No tendría nada de extraño que este domingo, ante el UCAM pero ya en la Liga, tenga sus primeros minutos como albinegro.
