Los de Villanueva de la Serena no están exentos de riesgos de descenso a Tercera División. A 3 puntos de distancia. La promoción para no bajar la tienen cerca y su calendario en la recta final les obliga a sumar puntos donde sea y lo antes posible. Han afilado sus uñas y se han pasado por el dentista para que les revise los incisivos. Vienen al Cartagonova el domingo 17 a sacar tajada pero después tienen que enfrentarse a Algeciras y Betis B, viajando, y en el 'Romero Cuerda' se enfrentarán a Granada B y Marbella, dos buenos equipos, amigos del buen fútbol.
Lo extraño es la valiosa medalla que el Villanovense lleva en el pecho de su verde camiseta. Es la medalla de esos 25 goles marcados en sus desplazamientos. El líder Real Murcia está en los 23 tantos fuera de Nueva Condomina, el UCAM Murcia marcó 16 goles lejos del terreno de la Puerta de Orihuela, el dinámico Sevilla Atlético hizo 17 en sus viajes y el Cádiz, 18. También el FC Cartagena está por debajo de los extremeños con 16 dianas fuera del propio estadio.
Al Villanovense le tocó este año el 'gordo' de tener que enfrentarse al Barça en la Copa del Rey. /AFP
Juanfran en su máximo goleador. Es un delantero joven que el año pasado jugó en el Córdoba B y que hoy tiene un registro de 15 goles para el Villanovense. Su compañero Casi, que jugó en el Arroyo el año pasado y que no pudo eludir el descenso como los cordobesistas, contabiliza 7 y Juanjo, el más veterano del equipo con 34 años, ha conseguido 6 goles.
Sólo se explica la mala posición del cuadro extremeño en la Liga si advertimos que en casa solo marcó 16 goles, nueve menos que en sus viajes. ¿Es lógico? Pues no. En su campo sufrió ocho derrotas y el Cartagena alcanzó su primera victoria fuera del estadio (máxima alegría por acabar una racha adversa) por 1-2. Después solo han vencido los albinegros en Granada, ya con Alberto Monteagudo.
EL REGALO DE LA COPA DEL REY Y EL 'GORDO' DEL BARCELONA
La suerte tocó a la puerta del Villanovense al corresponderle jugar la Copa del Rey con el FC Barcelona. Colocaron gradas supletorias en su campo, hasta 10.000 asientos, cambiaron el césped y la recaudación de la taquilla cubrió el presupuesto de toda la temporada.
Además, , el partido de vuelta en el Camp Nou, cobraron dineros de la televisión.
Pero la Liga de Segunda B es otro mundo y el peligro acecha al cuadro seròn. Posible no sea ninguna pera en dulce para el Cartagena en el estadio de la rambla de Benipila.