Supervivencia o liquidación

SPORTCARTAGENA Desde el mismo momento en el que aparezca publicado en el Boletín Oficial de la Región todos los acreedores tienen un mes de plazo para presentar sus deudas y que puedan estar justificadas. Tendrán que presentarlas a la administración concursal con todos los detalles posibles para que sean incluidos en la lista de morosos. El...

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Desde el mismo momento en el que aparezca publicado en el Boletín Oficial de la Región todos los acreedores tienen un mes de plazo para presentar sus deudas y que puedan estar justificadas. Tendrán que presentarlas a la administración concursal con todos los detalles posibles para que sean incluidos en la lista de morosos.

El juez ha delegado en Ramón Madrid, actual Decano del Colegio de Economistas de la Región de Murcia, como administrador concursal, es decir, será la persona que tenga siempre la última palabra a la hora de tomar decisiones, un poder que han perdido tanto Javier Martínez como Javier Marco como accionista mayoritario y presidente del club albinegro.

Ramón Madrid es un experimentado economista, ducho en este tipo de procesos concursales. Ya estuvo inmerso en el que hizo el Murcia en el año 2009 formando parte de aquel triunvirato que tomó entonces las riendas del club grana. El referido Administrador Concursal tiene ahora 15 días desde el preciso instante que acepte el cargo para presentar todo el inventario de bienes y los derechos que asistan al club, aunque antes deberá de decidir si acepta o no este cargo de administrador concursal en un plazo de cinco días.

Ramón Madrid será también quién, en el plazo de dos meses analice si los actuales propietario se encuentran capacitados o no para ir a convenio o solicitar al juez la disolución del Cartagena. Es un riesgo al que se exponen y por el que no queda más remedio que pasar.

El balón, y nunca mejor dicho, se encuentra ahora en el tejado del club blanquinegro y para ello deberá mostrarse apoyado por todas las fuerzas vivas de la ciudad, desde el propio Ayuntamiento hasta el último de los aficionados pasando por el tejido empresarial de la ciudad. Estos son los hechos con los que hay que demostrar al Administrador que Cartagena tiene capacidad para sostener a un club de fútbol como el FCC.

Pero todo ello sin olvidar que en los terrenos de juego se va a sostener otra lucha tan importante o más aún ya que el club deberá mantener a toda costa la categoría en Segunda B para facilitar este proceso concursal que acaba de empezar y que sólo tiene dos destinos finales: la supervivencia o la disolución.