Tantos empates ya cansan (1-1)

FICHA TÉCNICA

CD El Palo 1-1 FC Cartagena

CD El Palo: Pol; Igna, Benji, Jesule, Nacho Aranda, Márquez, Marín (58' Amaya), De La Mota, Cardellino, Durán (58' Salvi), Juanillo.

FC Cartagena: Limones; Ceballos, Germán, Robusté, Tarantino, Sergio (82' Chus Hevia), Abenza, Prosi, Pallarés (88' Carlos Mtnez), Arcas, Ribas.

0-1, Jesule en propia puerta (61'); 1-1, Salvi (74').

García Maqueda, del colegio extremeño. Amonestó a Jesule, Durán y Márquez por los locales y a Ceballos y Tarantino por los visitantes.

Alrededor de 700 espectadores en el Nuevo San Ignacio.

Un punto y gracias. Un Cartagena radicalmente defensivo sufrió lo indecible ante un Palo que llevó el peso del partido de cabo a rabo. Con un planteamiento de equipo pequeño, los albinegros no pudieron ni supieron crear peligro a los locales, que manejaban el esférico de lado a lado del campo. Si no fuera por el regalo recibido, el Cartagena se hubiera ido de El Palo sin siquiera probar al portero Pol Ballesté. Y como resultado, este nuevo empate, que supone el octavo en diez jornadas - ¡¡¡el octavo!!! - y que no le sirve para absolutamente nada. Sigue la pesadilla.

Como decimos, con el planteamiento inicial ya ponía boca arriba sus cartas el cuerpo técnico del Cartagena. Cinco defensas plantados en la frontal de Limones, y tres pivotes por delante. En punta, Pallarés y Seba Ribas haciendo lo que podían, generalmente poco, ante la defensa paleña, siempre en superioridad. Los locales movían la pelota de costado a costado, y se ponían en terreno del Cartagena con extrema facilidad. A partir de ahí, se encontraba la muralla impuesta, con 9 futbolistas por delante de Limones. Difícil de meter mano para un Palo que lo intentaba, no obstante, enérgicamente.

Durante el primer periodo, con las baterías cargadas a tope, el plan del Cartagena podía considerarse mixto. Abenza despegaba por la banda cuando el balón era albinegro y se reconvertía en extremo para generar opciones en ataque. El abnegado trabajo de Pallarés y Ribas a punto estuvo de dar algún susto. Los envíos en largo de Limones botaban en la frontal del área y hacían acularse a los defensores locales. Sin embargo, no hubo ningún tiro claro, y menos a portería, ni a balón parado ni mucho menos en jugada. Las fuerzas estaban igualadas, aunque la posesión y el peso del partido era de los locales.

Tras la reanudación, los planes de ambos equipos se redicalizaron. El Palo dio un paso adelante e hizo acularse a los defensores del Cartagena, que se limitaron a ser un frontón. Una y otra vez despejaban las jugadas de ataque, pero era imposible trenzar una jugada para buscar la portería rival. Había pocos efectivos – apenas Ribas – y, además, bastante cansados de perseguir sombras. Rafa Muñoz movió el banquillo descubriendo el agujero en la banda izquierda del Cartagena, aunque la suerte le daría un espaldarazo a los albinegros.

De un despeje en largo, que hacia nadie iba, un defensor paleño lo convirtió en córner metiendo la cabeza donde no debía. El saque de esquina fue botado por Prosi al segundo palo, donde Arcas la remató hacia el área chica. Allí, Jesule peinó y burló la salida de Pol. Gol. Increíble. E inmerecido para un Cartagena que no había tirado – ni lo haría después – entre los tres palos. Efectividad máxima.

Pero la balanza estaba volcada, y en una jugada múltiple, El Palo hizo la igualada tras varios rechaces en el área. La defensa albinegra no pudo contener el vendaval que se cernía por la banda derecha paleña, donde Igna y Amaya hicieron de las suyas. De ahí al final, tardanza máxima en los cambios y escasez de recursos en ataque. El resultado no fue más amplio para El Palo por pura suerte o falta de tiempo. Imagen rácana de un supuesto aspirante al ascenso que, de seguir así, va a tener que replantearse muy pronto ese objetivo. Decir ascenso le queda muy grande a planteamientos así.