25 de noviembre de 2012, 23:13
Hicham, a sus 17 años -cumple 18 el próximo mes de mayo- ha cumplido uno de sus sueños: jugar un partido oficial en el estadio Cartagonova, campo en el que nunca había jugado y, encima, salir como triunfador absoluto aunque, en este caso, con una elástica distinta a la albinegra. Hicham, cartagenero por los cuatro costados aunque de origen marroquí, es uno de esos 'caza-goles' que rara vez salen en el fútbol. El Cartagena lo tuvo en sus filas y lo dejó marchar.
De lo que no cabe duda alguna es que su salida al campo en el minuto 60 revolucionó el partido. Francisco, técnico almeriense le dijo algo parecido a esto: "sal y líala". Y vaya que si lo hizo. Suyas fueron las dos jugadas en las que nacieron los dos goles rojiblancos y las dos muy parecidas. El flanco izquierdo de la zaga cartagenerista flaqueó y para eso estaba Hicham, para aprobecharse de esos errores. Sacó su rapidez y su olfato para que Chumbi primero y Joselu después hicieran los dos goles.
Hicham hizo lo que mejor sabe hacer: correr, mucho, rápido y bien y llevar peligro al área rival. Él quería jugar en el Cartagena pero algún 'listo' tuvo que decir lo contrario o vaya usted a saber por qué pero el caso es que Hicham acabó en un Almería que este domingo le daba un disgusto al Cartagena. Seguramente en la tarde en la que Paco Gómez le habría gustado ver al chaval que apunta alto como albinegro. No cabe duda que su salida al campo fue la clave y que él solito revolucionó el partido.
