La fima de Alejandro Chavero en Ibiza, por tiempo de tres años, puede representar tanto como que el mediocentro catalán se va a retirar en el equipo de la Isla Pitiusa, allá por junio de 2021.
Logra un buen contrato, de relativa larga duración para quien acostumbra a saltar de un club a otro consumiendo una sola temprada y va que chuta. Veremos cómo le va.
Es factible que Chavero haya sentado la cabeza ipso facto con la experiencia que ha vivido en las últimas horas en el Cartagena. El 'rejón' recibido con el anuncio de la apertura de expediente y la exposición de medidas al uso para responder a sus 'muy graves faltas' ha desembocado en que de club a club se haya pactado y poniendo punto final a un problema.El Ibiza dispone de capital para poder resolver sin demasiados regates un contrato que le pueda ijyteresar. Para lograr la plaza en Segunda B pagó cerca de 500.000 euros.
Cabe interpretar que el que más ha ganado ha sido Chavero con esta salida de emergencia, al margen de la ingrata oleada de críticas que ha tenido que recibir y va a seguir recibiendo por parte de aficionados decepcionados ante la actitud del jugador. De héroe a villano. Redes sociales y encuestas (80 por 100 de votos en contra del jugador, en el primer día de la publicada por este medio) lo expresan así.
El Cartagena se 'reconforta' con el dinero que ingresa en la operación y se da por vencedor moral en el litigio, ingresando además un dinero, mientras el Hércules queda 'fuera de juego', como 'tapado', al no ser todo lo decidido y solvente que lo ha sido el Ibiza para cerrar el traspaso a golpe de talonario. La cartera herculana no es hoy la del club isleño.
