jueves. 28.03.2024
 GUILLERMO JIMÉNEZ
 
En ese encuentro,  que se disputó el 19 de mayo de 1918 y del que da cuenta el primer volumen de la Historia del Real Murcia, de Quique Baeza, Juan Antonio Garre y Pedro García. El triunfo fue para los locales por 5-0.
 
El salto a la Nueva Condomina casi un siglo después nos sitúa en un derbi muy  diferente ante la jornada del domingo 13 de diciembre de 2015. La singularidad cabalga a lomos del cambio de los tiempos. De la paloma mensajera al wasap como medio de comunicación. Tomemos nota. Del fútbol sin entrenador de porteros, sin tarjetas amarillas ni rojas, al fútbol del a sofisticación del estudio a fondo del rival a través de vídeos y toda la parentela cibernética.
 
El cartel o las octavillas que anunciaban aquel partido en los primeros años del siglo pasado advertían que se iba a jugar a las seis menos cuarto en punto de la tarde e indicaba el precio de la entrada, de 0,30 céntimos de peseta. Se recomendaba además "que nadie invadiese el campo de juego".
 
El Cartagena FC llegaba a aquel encuentro sin haber jugado desde el 25 de julio de 1917, es decir un  año sin participar ni en entrenamientos. El profesionalismo en este deporte, que ya entonces movía pasiones, era inexistente pero también compatible con la calidad de algunos futbolistas y el empeño y la entrega de todos los jugadores para darle al duro balón de cordoneras era incuestionable.
 
 
 
Los nuevos derbis, los de primera fila en la Región,  los R. Murcia-Cartagena y viceversa,  trasladados al siglo XXI nada tienen que ver con los de aquella época en la que los equipos se desplazaban en tren y eran contados los seguidores que podían hacerlo. Unos 8.000 viajaron a Nueva Condomina en la mañana del histórico 1-4 en la última etapa albinegra en la Liga Adelante  en el que jugó Víctor Fernández, y entre 2.000 y 3.000 (incluso con televisión en directo) lo harán el próximo domingo, según los cálculos de Paco Belmonte.

Hoy los medios de comunicación se encargan de facilitar en catarata las noticias previas con muchas horas de dedicación, siguen en directo el juego, sin pestañear,  y en el postpartido recogen opiniones desde todos los ángulos. ¡Y es un encuentro  de Segunda B! Que hará trabajar a cerca de un centenar de periodistas, técnicos o colaboradores  deportivos de las dos ciudades implicadas, de una quincena larga de medios.

De la Torre de la Marquesa a la Nueva Condomina, casi un siglo de derbis
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