25 de mayo de 2014, 19:54
La imagen del equipo cartagenerista fue mala, sin muchas ideas y sin apenas ocasiones de gol. Por si era poco volvió a aparecer la llamada 'maldición del minuto uno' ya que, apenas ponerse el balón en juego marcaban los asturianos que cerraron su triunfo en el minuto 91. La última media hora los cartageneristas jugaron con un jugador menos por expulsión de Carlos David.
FICHA TÉCNICA
RESULTADO
Real Avilés 2-0 FC Cartagena
ALINEACIONES
Real Avilés: David; Nacho López. Gonzalo, Soriano, Dani López; Geni, Cusi; Prieto (77' Matías), Arias, Omar (79' Gerardo); Ito (63' Pascual).
FC Cartagena: Limones; Antoñito, Picón, Astrain, Riau; C.David, De Lerma (73' Sergio); Menudo, Megías, Fede (60' Marcos); Fernando.
GOLES
1-0, Geni (1'); 2-0, Matías (90').
ÁRBITRO
López Toca, del colegio cántabro. Amonestó a los locales Cusi, Arias y Omar y a los visitantes Picón, Riau y Megías. Expulsó a Carlos David por doble amarilla.
INCIDENCIAS
2789 espectadores en el estadio Suárez Puerta.
CRÓNICA
Se acabó. Final amargo a una temporada que, con sus idas y venidas, sus picos y sus valles, estaba siendo buena en términos generales. Sin embargo, el último regusto es tan amargo que opaca todo lo demás. Un 5-1 global en la eliminatoria es un tanteador que hace mucho daño ante dos encuentros que se preveían igualados y que terminarían siendo decantados por pequeños detalles. En vez de eso, nos encontramos a un Avilés que dominó de cabo a rabo todas las situaciones ante un Cartagena de querer y no poder.
El planteamiento para este envite de vuelta estaba claro: marcar tres goles. Para ello, la hoja de ruta preestablecida marcaba como algo vital el hecho de conseguir uno de esos tantos en los primeros minutos. Que los nervios entraran al rival y le hicieran dudar. Bien, pues ocurrió exactamente eso, pero al revés. Los jugadores cartageneristas tocaron el balón por primera vez para sacarlo del fondo de las mallas. Una falta lateral magistralmente botada por Arias terminó culminada por un inapelable remate de Geni a gol. 1-0 cuando apenas se llevaba un minuto de juego. ¿Os suena?
A pesar de que, siendo prácticos, ese tanto en nada cambiaba el objetivo inicial (hacer tres goles), sí que supuso un mazazo moral difícilmente asumible. A los albinegros se les sobrevino la maldición de Sísifo, y se enfrascaron una ardua tarea. Cada vez que parecían llevar la piedra a lo alto de la montaña, llegaba Gonzalo para volver a mandarla ladera abajo. Y eso que el Cartagena lo intentó con denuedo. Incluso llegó a romper el partido en busca del gol, y terminó por convertirlo en un correcalles sobradamente entretenido para el espectador. Pero el tanto que encendiera la mecha no llegaba nunca, y el Avilés se crecía al ritmo que marcaba Álex Arias.
Al descanso se llegó sin moverse el tanteador (podemos decir que inicial) de 1-0. Las variantes en la reanudación fueron inexistentes, porque no había más en el banquillo, nada más que defensas. Todo el arsenal ofensivo estaba ya dispuesto sobre el terreno de juego. Y, para más inri, al partido le sobró más de media hora de todo punto. En el 58', Carlos David vio la segunda amarilla y dejó a los albinegros con diez. Sin nada que hacer y sin efectivos para remontar, solo quedaba morir de la manera más digna posible.
Y a fe que estos futbolistas, obreros destajistas durante toda la campaña, murieron de pie. Incluso con uno menos en el campo tiraron ataques que dejaron claro que la rendición no es una opción. El Avilés no quiso hacer leña del árbol caído y se limitó a dejar correr el crono hasta el último minuto, donde asestó un último y doloroso zarpazo en forma de gol que puso el broche amargo a un partido capicúa y a una temporada con sabor a decepción final.
Con el año finiquitado, ahora se abre el debate de todos los veranos. ¿Qué va a pasar con el Cartagena? ¿Qué va a ocurrir con estos futbolistas? ¿Cuál va a ser el proyecto deportivo? Mismas interrogantes para unas respuestas sin encontrar.
