Para que llegase el primer triunfo a domicilio hubo que esperar al mes de diciembre, en las puertas de la Navidad, para que se diera aquel 1-2 Villanovense-Cartagena. Costó. Vaya que sí costó entonces. Víctor Fernández seguía siendo el entrenador.
Estábamos entonces en la jornada 15 y en vísperas también de jugar con La Hoya Lorca, al que se le ganó y el esperado derbi con el Murcia, con el que se caería 2-0 abriendo una crisis que acabaría con el despido de Víctor, que se veía venir.
La segunda victoria ya fue en el mes de marzo, el día 31 en concreto y correspondía a la jornada 28 la tarde en la que los blanquinegros, ya con Montagudo enderezando el rumbo, ganaban por 1-3 después de ponerse en un santiamén con un 0-3 descarado.
Ahora, las cosas han cambiado porque los albinegros ya saben lo que es ganar a domicilio y eso siempre es una presión que los futbolistas se quitan de encima en el momento que lo han hecho, como ahora.
Aquella tarde apenas había en las gradas unos 500 aficionados de los que algunos eran cartageneristas. Y un dato a destacar, la defensa que jugó aquella tarde fue la misma que lo hizo este sábado en Córdoba.