La realidad es esa, que al Cartagena se le ha olvidado ganar en casa en los últimos cinco partidos, o lo que es lo mismo, desde el pasado 2 de abril en el que se le ganaba por 1-0 al hoy descendido Real Jaén, y después de pasar por otra mala racha casera.
Cinco partidos sin ganar en casa pueden ser muchos o pueden ser pocos. Todo es relativo. Pero un equipo que juega para ascender no puede fiarlo todo a una jugada de suerte, ya que las pocas ocasiones que tiene no sabe aprovecharlas y sus delanteros están especialmente negados con el gol. Ahí están los casos de Arturo, Isi Ros y Ardiles, que no marcan un gol no por casualidad, lo que acaba influyendo y de qué manera, en los blanquinegros.
Al final son cinco partidos, los últimos jugados en casa, que han acabado siendo un lastre para los albinegros. Al Cartagena no le cabe otra que apelar a la épica si quiere seguir adelante en la competición y plantarse en la final para el ascenso.
