PEDRO ANTONIO GARCÍA HERNÁNDEZ
El Cartagena está de dulce. Los resultados no son abultados pero lo más importante es que la portería la sigue manteniendo a cero tras cuatro encuentros, porque seamos sinceros, la casa hay que construirla por los cimientos y no por el tejado. Desde luego que la salsa del fútbol son los goles, pero los equipos que menos goles encajan son los que más arriba quedan en la tabla.
El partido al inicio probablemente no es lo que esperaba el Cartagena, con un Algeciras que presionó muy arriba durante toda la primera parte y se lo hizo pasar en algunos momentos mal al conjunto albinegro. Con una posesión de juego similar, el Algeciras presionó más, aunque el Cartagena tuvo también sus ocasiones. William, sorprendente titular, fue bastante incisivo, y pareció un puñal en un par de jugadas. Una primera parte muy pareja para sorpresa de todos.
La segunda parte fue otro partido. El míster hizo su trabajo en el vestuario en el descanso y al inicio de la segunda parte era el conjunto blanquinegro el que tenía asfixiado al Algeciras, tanto que llegó el primer gol del partido, cabezazo imparable de Caballero.
El Algeciras empezó a abrir espacios y esto no hizo más que facilitarle la vida al Cartagena, que ya se sentía como Pedro por su casa.
Sentenciaría el encuentro Verza, golazo de falta en la frontal del área que se estrelló contra el larguero antes de entrar y nada pudo hacer el portero.
El punto negativo de la tarde fue la lesión de Markel, que habrá que esperar para ver el alcance de la lesión que parece que ha sufrido en la rodilla.
Es muy pronto para aventurar nada, pero este inicio liguero huele a play off.
