27 de abril de 2011, 2:00
Unai Expósito dio el sábado toda una lección de profesionalidad. Hizo lo que tenía que hacer. Después de estar inactivo durante trece jornadas consecutivas y no contar prácticamente en la primera vuelta con sólo cinco actuaciones como titular dejó claro que se puede confiar en él.
Juan Ignacio, su entrenador, lo ha marginado prácticamente desde el inicio de una Liga que la iniciò como titular en aquel Xerez-Cartagena (1-4) y que se mantuvo de titular en el Cartagena-Elche de la segunda jornada. Pero el técnico le hizo responsable de aquella carrera del negro Wakasoque supuso el 0-1 ilicitano. JIM lo borró de sus proyectos inmediatos. Para la primera vuelta (sólo cinco actuaciones de titular y casi todas obligadas) y nada en la segunda vuelta a excepción del partido ante el Xerez y algunas presencias casi testimoniales en el banquillo.
Muchos dudaron con su presencia. Pero Unai Expósito no sólo cumplió. Lo hizo bien, incluso muy bien en algunos momentos. Participó en el juego como pocas veces, lanzó casi todos los córner y algunas faltas con peligro. Incluso tuvo participación en el gol del empate que marcaba Toché.
Nos atreveríamos a decir que fue una de sus mejores actuaciones, a la altura de aquellas como frente a la UD las Palmas en la pasada Liga o en Murcia. De paso le dio un bofetón simbólico a su entrenador, quien lo retiró de la circulación.
En la segunda vuelta hemos tenido que pasar por situaciones casi ofensivas para cualquier otro que no hubiese sido Expósito, que ha soportado el hecho de ver como el técnico prefería contar con otros compañeros suyos ejerciendo como lateral derecho circunstancial por no ponerlo a él.
A pesar de todo ha sabido aguantar el tipo demostrando su profesionalidad. Habrá que ver ahora si Juan Ignacio prefiere seguir apostando por él aunque, conociendo al técnico, es capaz de cualquier cosa con tal de relegarle de nuevo al ostracismo.
Por cierto, Txiki provocaba una tarjeta amarilla que le mostró el colegiado al acabar el partido tras protestar airadamente al cuarto árbitro, según reza en el apartado ‘Otras incidencias’ en el acta del partido.
Juan Ignacio, su entrenador, lo ha marginado prácticamente desde el inicio de una Liga que la iniciò como titular en aquel Xerez-Cartagena (1-4) y que se mantuvo de titular en el Cartagena-Elche de la segunda jornada. Pero el técnico le hizo responsable de aquella carrera del negro Wakasoque supuso el 0-1 ilicitano. JIM lo borró de sus proyectos inmediatos. Para la primera vuelta (sólo cinco actuaciones de titular y casi todas obligadas) y nada en la segunda vuelta a excepción del partido ante el Xerez y algunas presencias casi testimoniales en el banquillo.
Muchos dudaron con su presencia. Pero Unai Expósito no sólo cumplió. Lo hizo bien, incluso muy bien en algunos momentos. Participó en el juego como pocas veces, lanzó casi todos los córner y algunas faltas con peligro. Incluso tuvo participación en el gol del empate que marcaba Toché.
Nos atreveríamos a decir que fue una de sus mejores actuaciones, a la altura de aquellas como frente a la UD las Palmas en la pasada Liga o en Murcia. De paso le dio un bofetón simbólico a su entrenador, quien lo retiró de la circulación.
En la segunda vuelta hemos tenido que pasar por situaciones casi ofensivas para cualquier otro que no hubiese sido Expósito, que ha soportado el hecho de ver como el técnico prefería contar con otros compañeros suyos ejerciendo como lateral derecho circunstancial por no ponerlo a él.
A pesar de todo ha sabido aguantar el tipo demostrando su profesionalidad. Habrá que ver ahora si Juan Ignacio prefiere seguir apostando por él aunque, conociendo al técnico, es capaz de cualquier cosa con tal de relegarle de nuevo al ostracismo.
Por cierto, Txiki provocaba una tarjeta amarilla que le mostró el colegiado al acabar el partido tras protestar airadamente al cuarto árbitro, según reza en el apartado ‘Otras incidencias’ en el acta del partido.
