No le quedó otro remedio a Víctor Fernández que seguir el partido desde la cabina número 4, la más centrada que hay entre los medios informativos y que normalmente es la designada a Radio Nacional de España (RNE) que, al no soler acudir a los partidos, se decidió utilizarla.
Y desde ahí lo vio y lo vivió Víctor todo. Lo bueno y lo malo. Las cuatro ocasiones claras, clarísimas, del Cartagena, pero también las cinco tan claras o más del Jaén. Lo decía y lo reconocía al final, que fue un encuentro de muchas ocasiones que, al final, no dejaba de ser un partido clásico de Segunda B y que se quedaba con el resultado favorable, que era y es lo que, en realidad, cuenta.
Víctor, eso sí, reconocía también que la vista desde esa posición es mucho mejor que la del banquillo, dónde vimos a su ayudante Chuchi Macón desesperado con muchas de las jugadas que no le salían a los blanquinegros.
