FICHA TÉCNICA
ALINEACIONES:
CARTAGENA: Reina (0); Txik (1)i, Raúl Goni (0), Chus Herrero (1), Manu Torres (0); Mariano Sánchez (1), Dimas (0) (Héctor Font (1), m. 46), Collantes (1), Lafuente (1); Álvaro Antón (1) (Braulio (1), minuto 46) y Raimondi (2) (Salva Chamorro (1), m.70).
HERCULES: Falcón (1); Juanra (1), Mora (2), Arbilla (1), Paco Peña (2); Abel Aguilar (2), Tiago Gomes (1) (Diego Rivas (1), m. 76), Míchel (2), Felipe Sanchón (1) (Gilvan Gomes (1), m. 73); Carlos Calvo (1) (Tote (-), m.83) y Urko Vera (1).
GOLES: 0-1. m. 14: Felipe Sanchón. 0-2. m.24: Arbilla. 0-3. m. 72: Míchel, de penalti.
ÁRBITRO: José Luis Lesma López, del comité madrileño. Tarjeta amarilla a los locales Chus Herrero, Héctor Font y Raúl Goni y a los visitantes Mora, Arbilla, Felipe Sanchón, Abel Aguilar y Gilvan Gomes.
INCIDENCIAS: Partido de la 23 jornada de la Liga de Segunda División en el estadio Cartagonova de Cartagena ante unos 5.500 espectadores. Seguidores alicantinos, alrededor de un centenar, en el fondo norte bajo. Previamente y al final del encuentro se realizó una ceremonia a favor del Juego Limpio.
La Crónica
Por GUILLERMO JIMENEZ
El árbitro Ocón Arraiz no sabe el daño que le hizo al Cartagena la semana anterior en Riazor al expulsar al defensa central Abraham Paz. La repercusión de esa decisión se dejó notar con la ausencia del gaditano ante el Hércules, en el choque matinal de este domingo 5 de febrero. El sistema de contención de los albinegros lo acusó al ofrecer desajustes que colaboraron a la aparición del nerviosismo, desencadenante de un partido ganado merecidamente por los alicantinos con un marcador exagerado. El 0-3 es un resultado injusto pero esos matices no le sirven al equipo de Carlos Ríos.
El Hércules lo tuvo todo de cara desde el principio y además aportó un gran trabajo de presión, una suma de esfuerzos, con un mejor centro del campo frente al de un Cartagena desdibujado en el primer tiempo, con Dimas naufragando.
Los dos primeros goles de los herculanos fueron lápìdas colocadas sobre las ilusiones del equipo de casa, que siguió le peleando. Los dos primeros tantos fueron un tanto especiales: en el 0-1, a los catorce minutos, hubo mano previa de un atacante herculano y en un rechace a la red, en propia meta, y en el segundo, diez minutos después, un accidente del meta local Reina, al que se le fue el balón bajo las piernas en un tiro raso y sin peligro aparente.
Ya en el segundo tiempo, cuando la idea albinegra era acortar distancias y se presionaba con coraje y prisas el área de Falcón, el aragonés Goni hizo un penalti innecesario (minuto 71) que era crucial para que el equipo de Juan Carlos Mandiá amarrase el resultado.
Los de Alicante no hicieron ninguna concesión y con el 0-3 siguieron peleando todos balones. También utilizaron, por si acaso, la pérdida de tiempo como recurso que tal vez no necesitaban. El Cartagena se afanó toda la mañana y Carlos Ríos jugó todas las bazas atacantes en sus manos. En la segunda fase sacó de inmediato a Héctor Font y dio entrada a Braulio, y más adelante hizo jugar a Salva Chamorro en ataque, una vez que el uruguayo Raimondi había llegado a su techo físico.
La defensa alicantina cerró muy bien y llevó el resto del partido a su terreno con hombres experimentados como Mora y Peña, y por un Abel Aguilar, el colombiano, que fue de los mejores en un encuentro en el que los de Mandiá se sacaron la espina de sus anteriores estropicios en Jerez y ante el Villarreal B. Al Cartagena le corresponde ahora centrarse en su liga particular con rivales directos, tras las derrotas ante los aspirantes Deportivo y Hércules.
La dinamita del Cartagena no fue abundante en este partido en el que la iniciativa fue herculana, pero se presentaron momentos en los que se llegó con peligro. Un tiro de
Álvaro Antón, a los 22 minutos, pudo ser el empate y fue de lo mejor el burgalés, que en conjunto estuvo discreto, y más adelante ya en la segunda un tiro sobre la marcha, de Raimondi, que salió por encima del larguero. La aportación de Braulio fue después afanosa, como la de Chamorro, intentando aportar.
Los minutos en los que los albinegros estuvieron espoleados, al ataque total, fueron cortados por el penalti de Goni, con diecinueve minutos de juego por delante. Fue un retroceso en las posibilidades ante un Hércules que fue el mejor, embadurnado por la fortuna en los tres goles que consiguió.
