jueves. 25.04.2024

Ocurrió  en el estadio Pitín de San Javier durante el partido de infantiles entre el Mar Menor y el Mediterráneo. Los visitantes ganaban por 0-2 pero al filo del descanso marcó el equipo local. La sorpresa saltó cuando el árbitro anuló el gol…a petición de Jorge Lorente, entrenador de los de San Javier, porque su jugador le había arrebatado al portero el balón con la mano. Los pocos espectadores aplaudieron una decisión que no suele verse

El partido estaba a punto de llegar al descanso y el Mediterráneo ganaba cómodamente al Mar Menor –curioso, los dos equipos con nombre de mares- por 0-2. El balón le llegaba al portero visitante que lo atrapó pero hete ahí que, cuando lo estaba botando, un jugador del equipo local se lo arrebataba con la mano. A pesar de las protestas del portero el árbitro, llamado Pedro Antonio Martínez Inglés, no lo vio y concedió el tanto.

Fue entonces cuando desde el banquillo marmenorense Jorge Lorente Consuegra, el joven entrenador con tan sólo 22 años, levantó la mano para solicitar la atención del colegiado y pedirle ¡que anulase el gol de su equipo, reconociendo que su jugador le había arrebatado el balón dando un manotazo. Literalmente, lo nunca visto, todo un ejemplo de deportividad que rara vez se ve en cualquier campo de fútbol.

El colegiado, entonces, tan sorprendido como todos, rectificó y señaló la falta ante los aplausos del poco público presente en el Pitín mientras el preparador del equipo visitante acudía hasta su banquillo para felicitarle por ese noble gesto. Al final reconocía que “para mí también ha sido una lección que no pienso olvidar, y a mis jugadores así se lo he dicho”.

“HAY QUE DAR EJEMPLO”

Nada más acabar el partido dialogamos con Jorge Lorente, quien reconocía que “es la primera vez que me ha ocurrido algo así. Pero no me lo he pensado y si tengo que volver a repetirlo lo haré sin dudarlo. Nosotros somos una Escuela y estamos aquí para enseñar a los niños, no para hacer trampas” afirma tan rotundo como tranquilo y en presencia del resto de colaboradores.

Decía que la falta “la he visto clara y no he dudado en decírselo al árbitro a pesar de que el gol era a nuestro favor” aseguraba con la satisfacción del deber cumplido. Luego siguió dando instrucciones y animando a sus chavales sin cesar, como si tal cosa, buscando algún gol (legal) para que su equipo pudiese recortar distancia, algo que no lograron, aunque lo merecieron.

Bajo estas premisas el partido transcurrió sin ninguna otra incidencia y aunque acabaría ganando el Mediterráneo por 0-4 el marcador ya era lo de menos. El gesto precioso de Jorge Lorente seguro que va a tener recorrido. Su club, el Mar Menor, debería de premiar esta noble acción que supuso un claro ejemplo de deportividad para todos. Con entrenadores así el fair play estaría asegurado siempre. Para quitarse el sombrero ante Jorge Lorente que, sin pretenderlo, daba una hermosa lección.

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Una imagen del partido de infantiles, instantes después de haberse anulado el gol. Foto SPORTCARTAGENA

El entrenador del Mar Menor infantil le pide al árbitro que le anule un gol a su equipo...
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