La solución fue sencilla, o al menos eso decidieron los ‘mandamases’ del club: apostar por la gente de casa para intentar conseguir la permanencia en la máxima categoría nacional. El elegido fue David Garnés, técnico del Juvenil B y quienes le conocen bien “un obsesionado del fútbol. Trabaja detalle a detalle y si no podía sacar él al equipo de donde estaba, muy pocos lo podrían conseguir”.
Las cinco victorias consecutivas en Liga ante Torre Levante, San José, La Nucía, Archena y Cartagena FC, resultaron claves en la 'resurrección' de un equipo que parecía condenado al descenso de categoría
El inicio de Garnés no fue nada sencillo; más bien todo lo contrario: primer partido como entrenador del equipo y derrota por 8-0 frente al Valencia CF; segundo partido y otro ‘revés’ (1-2 frente al CD Roda en casa). “Fueron dos palos fuertes, pero teníamos que seguir trabajando y, sobre todo, creyendo en nuestras propias posibilidades”. Y el trabajo comenzó a dar sus frutos: victorias consecutivas ante el Torre Levante, San José, La Nucía, Archena y Cartagena FC más dos empates frente al Talavera y el Elche.
Diecisiete puntos sumados de veintiuno posibles, o lo que es lo mismo, siete partidos consecutivos sin conocer la derrota. Y la permanencia, en ese instante, ya se presentaba como un hecho real. “Hemos sacado esto adelante a base de un gran trabajo y sobre todo de un compromiso brutal por parte de los jugadores y del cuerpo técnico, además del Club, que siempre nos ha apoyado”, aseguraba Garnés a este diario tras la victoria de este fin de semana que le daba la permanencia matemática en la máxima categoría del fútbol nacional juvenil.
“Hemos disfrutado pero sufriendo y luchando semana a semana; al final hemos conseguido la permanencia pero no ha sido nada fácil”.