31 de julio de 2009, 2:00
Como muchos sabréis Cartagena es uno de los pocos municipios de la Región que no tiene ni un sólo campo de césped artificial en todo su término. Hace varios meses, concretamente a finales del mes de octubre, se presentaba en el salón de presentaciones del Palacio Consistorial de Cartagena el acto´que parecía ser el último antes del arranque definitivo de las obras. Pero estamos en julio y de todo aquello que se dijo prácticamente no se ha adelantado nada.
Estaba previsto que estas instalaciones fuesen utilizadas ya por los tres equipos de base del FC Cartagena, el juvenil (que ya está en marcha), el cadete y el infantil. Pero está claro que no van a llegar a tiempo y que los chavales tendrán que acudir hasta La Unión para entrenar, con el consiguiente problema que puede originar a muchos padres (excepto a los que son de La Unión, evidentemente).
En la Asociación de Fútbol de Cartagena (AFCT) hay conocimiento pleno del malestar que existe y de esa posibilidad de que algunos equipos (o todos) se nieguen a jugar cuando llegue la Liga como medida de presión. Oficialmente no se pronuncian por ahora pero están al corriente, incluso se ha debatido a nivel interno.
Hay que recordar que aquella mañana de octubre se presentaba un proyecto cuyo presupuesto se situaba en torno a los 1,5 millones de euros, de los cuáles unos 300.000 los pagaría la Comunidad Autónoma y otros 100.000 euros la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, siendo el resto aportación municipal.
La obra, según el plan, querían dividirla o en dos actuaciones, lo que es el campo en sí, la superficie de juego, y la construcción de un edificio anexo con tres módulos, que albergará las oficinas y los vestuarios. De lo dicho a lo hecho hay un trecho.
Respecto a los detalles estrictamente técnicos el campo de fútbol será más bien pequeño, con una dimensiones de 93 por 60, y una capacidad para 800 espectadores en las gradas y entre las novedades que presentaron aquel día estaba el sistema de drenaje que impedirá problemas de inundaciones y encharcamientos en días de lluvia. Pero al día de hoy todo sigue por hacer y la huelga general planea en muchos equipos de fútbol base de la ciudad.
Estaba previsto que estas instalaciones fuesen utilizadas ya por los tres equipos de base del FC Cartagena, el juvenil (que ya está en marcha), el cadete y el infantil. Pero está claro que no van a llegar a tiempo y que los chavales tendrán que acudir hasta La Unión para entrenar, con el consiguiente problema que puede originar a muchos padres (excepto a los que son de La Unión, evidentemente).
En la Asociación de Fútbol de Cartagena (AFCT) hay conocimiento pleno del malestar que existe y de esa posibilidad de que algunos equipos (o todos) se nieguen a jugar cuando llegue la Liga como medida de presión. Oficialmente no se pronuncian por ahora pero están al corriente, incluso se ha debatido a nivel interno.
Hay que recordar que aquella mañana de octubre se presentaba un proyecto cuyo presupuesto se situaba en torno a los 1,5 millones de euros, de los cuáles unos 300.000 los pagaría la Comunidad Autónoma y otros 100.000 euros la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, siendo el resto aportación municipal.
La obra, según el plan, querían dividirla o en dos actuaciones, lo que es el campo en sí, la superficie de juego, y la construcción de un edificio anexo con tres módulos, que albergará las oficinas y los vestuarios. De lo dicho a lo hecho hay un trecho.
Respecto a los detalles estrictamente técnicos el campo de fútbol será más bien pequeño, con una dimensiones de 93 por 60, y una capacidad para 800 espectadores en las gradas y entre las novedades que presentaron aquel día estaba el sistema de drenaje que impedirá problemas de inundaciones y encharcamientos en días de lluvia. Pero al día de hoy todo sigue por hacer y la huelga general planea en muchos equipos de fútbol base de la ciudad.
