El Pabellón Central acabaría convertido en toda una fiesta. Más de mil personas, de las 2.000 que casi abarrotan de nuevo el Pabellón Central, decidieron quedarse en las instalaciones de La Bombonera y esperar el resultado del choque entre el Hércules y ElPozo B, que había empezado una hora más tarde.
El partido de Cartagena acabó con el 1-1 en el marcador de Alicante, por lo que los seguidores cartageneros tuvieron la ocasión de saborear la victoria murciana, que de paso le daba el ascenso directo y matemático a los de Guillamón.
Niños, mayores, jugadores, directivos, algún que otro federativo, políticos, todos decidieron quedarse y esperar el marcador más anhelado, la derrota del equipo alicantino que suponía el pasaporte hacía la máxima categoría, después de cuatro años en el purgatorio de la Segunda División.
