Tal y como se desarrolló el partido en Paterna parece increíble que el Jimbee Cartagena acabase eliminado cuando había hecho lo más difícil, empatar el partido a falta de un suspiro, suficiente para la reacción valenciana que marcaría su segundo gol cuando apenas quedaban unos segundos para llegar a la prórroga. Demasiado duro, demasiado cruel para el equipo que dirige Duda.
Los 44 disparos a portería del equipo cartagenero por los 22 que realizó el Levante hablan a las claras de cómo fue un partido que se escapó de manera increible
Muy posiblemente, la eliminatoria la perdieron en el choque de ida disputado en Cartagena porque en la vuelta un triunfo claro del equipo cartagenero habría sido lo justo. Pero se estrelló contra el meta Fede, y cuando este ya estaba superado, el balón se estrellaría hasta tres veces en la madera, eso por no contar los 44 disparos de los futbolistas de Duda por solo la mitad del Levante, 22. Esa proporción tampoco fue suficiente.
Después de una temporada tan dura la ilusión por haberse plantado al menos en semifinales era lo menos que esperaban los seguidores cartageneros. Pero no pudo ser. Increiblemente, pero no pudo ser. Fue una desesperación total ver cómo iban pasando los minutos y no había forma de batir a la portería local.
La temporada ha terminado demasiado pronto y solo queda pensar en la siguiente, recuperarse cuanto antes de este disgusto y seguir manteniendo la ilusión de ver, más pronto que tarde, a un Jimbee campeón. Sus dirigentes y sus seguidores lo merecen. El fútbol sala le debe una.
