6 de diciembre de 2014, 2:24
Javi Matía sigue dándolas todas por el fútbol sala de Cartagena. Este viernes fue de los más destacados a pesar de que hace poco más de un mes se temía por una grave lesión que incluso le apartase definitivamente del fútbol sala. Pero nada más lejos de la realidad.
El cántabro saltó a la cancha muy enfadado aunque no sabemos porque. Pero sus síntomas eran evidentes incluso hasta poco después de saludar a los árbitros en el tradicional saludo. Sus juecas, sus gestos y sus gritos denotaban un enfado poco normal al empezar un partido. "Es que Javi es muy competitivo y basta con que haya visto algo que no le haya gustado para que se pongan así” nos decían desde el club.
Después Javi se centro para acabar siendo el mejor de su equipo, el más centrado, el más tranquilo y hasta el que tuvo buenas ocasiones para haber reducido distancias. Incluso llegó a realizar la parada de la noche en el minuto 33 evitando el que habría sido, seguro, el quinto gol del conjunto murcian
