Para Julio Clemente todo comenzó cuando Antonio Mínguez entonces presidente del Minguez6Sáez le dijo "cuento contigo”. Aquello fue en la temporada 94/95 en la que el equipo ascendía del Nacional A a División de Plata. Ahí fueron tres largas temporadas de aprendizaje, hasta la temporada 97/98 en la que el 13 de junio de 1998, ante el Móstoles, se consumaba el ascenso a División de Honor.
Ahí fueron nada menos que 14 largas temporadas, actuó de vicepresidente deportivo y delegado del equipo, hasta la llegada del brasileño Danilo Monteiro, de triste recuerdo de su corto paso por el club. Este brasileño se cubrió de gloria cuando dijo no entender los cargos que disponía Julio, que al final optó por seguir como delegado.
En esas 14 temporadas conoció de todo, desde el ascenso en sí hasta aquella Copa de España en Santiago, en la que se derrotó al eterno rival del Pozo Murcia por 6-7, con un gol decisivo de David Marín que llevó al equipo hasta la semifinal en la que perdieron ante Playas de Castellón.
Julio tampoco olvida aquella final de la Liga, temporada 2005/06, en la que se jugaron nada menos que el título ante ElPozo después de haber eliminado a Playas de Castellón y Boomerang Interviú. En este tiempo ya estaban en Cartagena los Marcelo, Jordi Sánchez, Javi Orol, Joredi Torras, Manoel Tobias, Leandro Simi, a los que se incorporarían a la temporada siguiente los brasileños Lenísio y Balo. Lo que se dice toda una constelación de estrellas como nunca las hubo y nunca la volveremos a ver.
Con la salida de Polaris del patrocinio Antonio Mínguez tuvo que hacer encaje de bolillos buscando al entonces llamado Muebles Tuco o Peinsa quien, después de firmar cuatro años dejó al equipo en la estacada a las primeras de cambio. Aquella firma ni que decir tiene que pasó a mejor vida tras una suspensión de pagos en la que no afrontó sus compromisos económicos.
En la parte positiva Julio nunca podrá olvidar la calidad humana de grandes futbolistas de talla mundial como Manoel Tobias con el protagonizó un sinfín de anécdotas, o Javi Matía que también le dejó y le sigue dejando huella. Julio recuerda la cantidad de árbitros que aún le siguen llamando para recordar la amistad.
Ahora, Julito –para los amigos- a sus 63 jóvenes años, vive una segunda juventud y espera y confía sobre todo en que, dentro de pocas semanas pueda reverdecer viejos laureles con un soñado ascenso que devolverá al actual Cartagena FS a la gloria que llegó a disfrutar. Y con el corazón por delante espera segur disfrutando durante unos cuantos años más todavía. Julio Clemente, una leyenda viva del fútbol sala de Cartagena.
