16 de junio de 2011, 10:05
Pilar Barreiro, alcaldesa de Cartagena, se encontraba este miércoles en Madrid y por ese motivo no pudo reunirse con el presidente del Futsal Cartagena, Antonio Mínguez, para tratar sobre la delicada situación por la que pasa el club. Hasta que no se produzca esta reunión y, en su caso, no haya un ‘entente cordiale’ entre Barreiro y Mínguez el dirigente cartagenero no hará efectiva la inscripción.
Mínguez no quiere aventurarse a dar el paso antes de hablar tanto con el concejal de Deportes, José Cabezos, como con la primera autoridad municipal. Las cuentas son claras porque con los 210.000 euros que la Comunidad Autónoma parece dispuesta a entregar y con los 80.000 de la inscripción solamente faltaría saber la predisposición, pura y dura, del municipio. La del concejal está clara que pasa por la pervivencia del club pero falta saber en qué punto exacto estaría la alcaldesa.
Aunque Antonio Mínguez ha anunciado por activa y por pasiva iniciar gestiones este mismo jueves para vender el club al mejor postor está claro que no lo hará, al menos hasta agotarse ese plazo que expira este viernes. Hacer lo contrario sería tanto como adelantar una muerte que, aunque sea en el último minuto, pero aún puede tener arreglo.
De hecho mientras el presidente ve la situación en tono muy pesimista la opinión de su director general y mano derecha, Roberto Sánchez, mantiene un tono de esperanza.
Lo que sí es evidente es que este viernes se acabará el plazo, que la reunión con los responsables municipales debe de celebrarse y que de ese posible respaldo municipal para el futuro inmediato depende una gran parte del futuro del club, una vez que la Comunidad Autónoma ya les ha dicho, a través del consejero Pedro Alberto Cruz, que habrá fórmulas
Mínguez no quiere aventurarse a dar el paso antes de hablar tanto con el concejal de Deportes, José Cabezos, como con la primera autoridad municipal. Las cuentas son claras porque con los 210.000 euros que la Comunidad Autónoma parece dispuesta a entregar y con los 80.000 de la inscripción solamente faltaría saber la predisposición, pura y dura, del municipio. La del concejal está clara que pasa por la pervivencia del club pero falta saber en qué punto exacto estaría la alcaldesa.
Aunque Antonio Mínguez ha anunciado por activa y por pasiva iniciar gestiones este mismo jueves para vender el club al mejor postor está claro que no lo hará, al menos hasta agotarse ese plazo que expira este viernes. Hacer lo contrario sería tanto como adelantar una muerte que, aunque sea en el último minuto, pero aún puede tener arreglo.
De hecho mientras el presidente ve la situación en tono muy pesimista la opinión de su director general y mano derecha, Roberto Sánchez, mantiene un tono de esperanza.
Lo que sí es evidente es que este viernes se acabará el plazo, que la reunión con los responsables municipales debe de celebrarse y que de ese posible respaldo municipal para el futuro inmediato depende una gran parte del futuro del club, una vez que la Comunidad Autónoma ya les ha dicho, a través del consejero Pedro Alberto Cruz, que habrá fórmulas
