Todavía vivimos el presente con incertidumbre, pero las perspectivas son cada vez mejores. Las vacunas funcionan, la producción se acelera y lo previsible, si no hay contratiempos, es que cada vez más personas estén vacunadas, de modo que podamos ir recuperando la normalidad paulatinamente.
No hay duda de que una de las piedras de toque de esa vuelta a la normalidad será, por su valor simbólico y por la importancia del deporte en nuestra sociedad, el eventual regreso del público a los grandes eventos deportivos. ¿Cuándo ocurrirá? ¿Cómo será? Aún es pronto para saberlo con certeza. Aunque las federaciones internacionales o nacionales, así como el comité olímpico internacional, han ido dando pistas en los últimos meses, todo dependerá de la evolución de la pandemia.
¿Público en los grandes eventos?
De momento, sabemos que los Juegos Olímpicos de Tokio (que seguirán denominándose oficialmente como Tokio 2020 pese a que vayan a celebrarse en 2021) no tendrán público extranjero. Se trata de una decisión conjunta de las autoridades japonesas y el Comité Olímpico Internacional, cuya principal motivación es la voluntad de minimizar el riesgo de que se propaguen en el país variantes o cepas venidas de otros puntos del mundo.
En cuanto a la Eurocopa, el otro gran evento deportivo del año, no hay seguridad de cuál será el aforo, pero la UEFA está decidida a que el torneo suponga el fin de las restricciones al público. Al menos por su parte no habrá límites, sino que estos los fijará cada autoridad competente. Además, la UEFA fue clara: si no podían albergar público, no serían sede. “La decisión sobre el número de espectadores permitidos debe ser responsabilidad exclusiva de las autoridades locales/nacionales competentes", dijo la UEFA en un comunicado emitido el 31 de marzo.
Esto significa que cada sede, en función de su situación epidemiológica y sus propios criterios, fijará los límites de aforo. A principios de abril, todas las sedes comunicaron al organismo europeo que podrían albergar público. Hay que tener en cuenta que este año la Eurocopa se celebra en doce sedes repartidas por todo el continente.
En todo caso, estos dos eventos marcarán el regreso de las grandes competiciones deportivas después de un año de cancelaciones, y las mejores casas de apuestas ya se frotan las manos. ¿Qué podemos esperar en los Juegos Olímpicos y en la Eurocopa?
Juegos Olímpicos: la leyenda de Simone Biles
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 serán los primeros de las últimas dos décadas que no cuenten con las que han sido, muy probablemente, los mayores talentos de las dos principales disciplinas olímpicas: el atletismo y la natación. Usain Bolt, ocho oros olímpicos y recordman en 100 y 200 metros lisos, y Michael Phelps, 28 medallas (23 de ellas de oro) se retiraron tras los juegos de Rio, y está por ver quién ocupa sus tronos.
Aun así, los Juegos son el escaparate perfecto para descubrir rutilantes estrellas de deportes a los que no prestamos la suficiente atención entre cita y cita olímpica. Simone Biles es una de ellas. La menuda gimnasta estadounidense, cinco veces campeona del mundo, se ganó el estatus de gran estrella del deporte cuando logró el oro en Rio con apenas 19 años. Hoy, con 24 años, es la gimnasta más laureada de todos los tiempos, pero se ha convertido en algo más: es un icono social muy popular tras denunciar públicamente que, igual que otras compañeras, sufrió abusos sexuales por parte del médico de la federación, Larry Nassar, hoy condenado a 175 años de prisión.
Tokio también puede ser la última oportunidad para que dos tenistas históricos, Roger Federer (Suiza, 40 años) y Novak Djokovic (Serbia, 33 años) se cuelguen una medalla de oro. Enfrente tendrán a otra leyenda, el español Rafael Nadal, que tiene ya dos (uno en individuales, en 2008, y otro en dobles, en 2016).
Eurocopa: la reválida de Francia
En cuanto a la Eurocopa, los pronósticos son más complicados que nunca. Presenta el mayor número de participantes de la historia, 24, igual que en la última edición, y ninguno llega como claro favorito. Quizá Francia sea la preferida en las apuestas: es la campeona del Mundo y cuenta con un jugador llamado a heredar el trono de Messi. Kylian Mbappé ya ha dejado su huella en la Liga de Campeones, y ahora quiere ser decisivo con su selección.
Tampoco hay que descartar a las potencias de siempre. Alemania llega en reconstrucción y aparentemente en las horas más bajas de la era Löw, pero con jugadores muy fiables como Kroos, Kimmich o Ter Stegen, además de talentos emergentes como Timo Werner, Leroy Sané o Serge Gnabry. También habrá que prestar atención a la Holanda de De Jong y De Ligt, a la Inglaterra de Harry Kane y, por supuesto, a la nueva España que propone Luis Enrique.
