25 de junio de 2013, 2:54
Roto, sin aliento, con las piernas partidas por el dolor y por lo que supone recorrer a un promedio de 400 kilómetros al día, prácticamente sin dormir, atravesar tres países para superar los 2.000 kilòmetros que separan Venecia de Cartagena.
Juan Antonio empezó el jueves día 20 partiendo desde la ciudad de los canales y con los primeros minutos de este martes 25 llegaba a Cartagena escoltado por un coche de la Policía Local.
Ha sido todo un reto deportivo digno de salir en los telediarios más importantes del país porque, además, tiene tintes solidarios, eso no es nuevo en general, pero sí lo es el reto en particular,
Pedaleando por Apanda, recorrer 2.000 kilómetros nonstop, es decir, sin parar, que son los que separan Venecia de Cartagena, en cinco días, a una media de 400 kilómetros por día, y atravesando tres países. Es lo que se ha propuesto y ha conseguido el ciclista aficionado cartagenero Juan Antonio Conesa.
Su llegada hasta El Albujón diputación en la que reside y dónde tiene una peluquería de caballero, ya fue apoteósica.. Desde los tiempos del ascenso del Efesé en Torrejón, en 1982, donde hubo que cortar la entonces única carretera general que existía, no se recordaba nada parecido.
Pero es que, a pesar de lo intempesctivo de la hora (pasadas las doce de la noche) la plaza del Ayuntamiento estaba como en sus mejores noches de fiesta. Repleta de público, amigos y familiares de Juan Antonio no quisieron perderse estos momentos en los que, sin apenas resuello, llegaba a casa con la inmensa satisfacción de haber logrado una gesta difícil de repetir.
Unas 1.500 personas se daban cita como si Juan Antonio hubiese sido el vencedor del Tour. O mejor, del Tour, del Giro y de la Vuelta, pero todas juntas y a la vez. Que a eso suena esta hazaña, algo increíble y difícilmente repetible.
Juan Antonio Conesa ha hecho historia.
