29 de mayo de 2013, 23:49
Cuenca considera al empresario de Abanilla responsable en última instancia de las muertes de la exjugadora del equipo murciano de voleibol y de su compañero sentimental. El expropietario del desaparecido Club Voleibol de Murcia 2005 y alcalde pedáneo de Barinas, Evedasto Lifante, ha dicho hoy a Efe que teme por su vida tras las torturas y el brutal asesinato de la exjugadora holandesa Ingrid Visser y de su novio Lodewijk Severein.
En una entrevista a Efe en su vivienda de Barinas, una pequeña población perteneciente a la localidad murciana de Abanilla, Lifante ha recordado que en su día denunció al que fue gerente del club Juan Cuenca, encarcelado desde ayer por su implicación en la desaparición y muerte de la pareja holandesa.
Según ha explicado, denunció a Cuenca en dos ocasiones, una por suplantar su identidad en la firma del contrato de venta de una cantera de mármol propiedad de su familia, y otra por llevarse los ordenadores y la documentación del club cuando en 2011 decidió cerrarlo por dificultades económicas.
"Tengo miedo", confiesa acompañado por su hijo y un ayudante, y dice que no puede hacer una vida normal desde lo ocurrido. Además, ha comentado a Efe que se enteró de la desaparición de Ingrid y Lodewijk el sábado 18 de mayo, a las 19 horas, por un mensaje de WhatsApp que le envió una jugadora; y que el miércoles siguiente fue a la Policía Nacional para colaborar en la búsqueda de Visser.