31 de julio de 2011, 15:43
Cartagena ha despedido esta mañana de domingo con aplausos, en la iglesia de la calle Sagasta a Luis Ruipérez Sánchez, ilustre cartagenero fallecido tras larga enfermedad. Al sepelio de sus restos mortales ha acudido una amplia representación de sus amistades, de todos los estamentos y capas sociales de la ciudad y de la Región.
Toda la abogacía cartagenera prácticamente se dio cita en el templo de los Padres Claretianos, abarrotado hasta el punto que muchas personas tuvieron que seguir la misa funeral desde el exterior, en la calle, en una mañana de húmedo calor.
Y con abogados, magistrados jueces, varios de ellos desplazados desde Murcia y desde otros puntos de España, procuradores y demás funcionarlos de la Justicia y de los cuerpos policiales, los hombres del deporte con los que convivió en su etapa municipal, además de las primeras autoridades locales y regionales, la alcaldesa Pilar Barreiro, el presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcarcel, el de la Asamblea Regional, Francisco Celdrán, y ex alcaldes cartageneros como José Antonio Alonso y Juan Martínez Simón, ediles cartageneros en tiempo pasado y en el presente.
Precisamente, estuvieron todos los alcaldes que Cartagena ha tenido en la democracia excepto el fallecido hace años Enrique Escudero, aunque sí estuvo su viuda, Dolores Vera, con quien también le unía una gran amistad.
Los familiares de Luis Ruipérez, su madre, impedida, en silla de ruedas; el hermano del finado, su esposa Ascensión Martín e hijos recibieron infinidad de muestras de condolencia, en tanto que los aplausos dedicados al extinto hicieron acto de presencia tanto a la llegada del féretro al templo, con decenas de coronas de flores dedicadas, como a la salida del mismo tras la misa de corpore insepulto y al que le acompañó un silencio que impresionaba en la calle.
El cuerpo sin vida del cartagenero ilustre que nos ha dejado yace en el Cementerio de San Antonio Abad.
Toda la abogacía cartagenera prácticamente se dio cita en el templo de los Padres Claretianos, abarrotado hasta el punto que muchas personas tuvieron que seguir la misa funeral desde el exterior, en la calle, en una mañana de húmedo calor.
Y con abogados, magistrados jueces, varios de ellos desplazados desde Murcia y desde otros puntos de España, procuradores y demás funcionarlos de la Justicia y de los cuerpos policiales, los hombres del deporte con los que convivió en su etapa municipal, además de las primeras autoridades locales y regionales, la alcaldesa Pilar Barreiro, el presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcarcel, el de la Asamblea Regional, Francisco Celdrán, y ex alcaldes cartageneros como José Antonio Alonso y Juan Martínez Simón, ediles cartageneros en tiempo pasado y en el presente.
Precisamente, estuvieron todos los alcaldes que Cartagena ha tenido en la democracia excepto el fallecido hace años Enrique Escudero, aunque sí estuvo su viuda, Dolores Vera, con quien también le unía una gran amistad.
Los familiares de Luis Ruipérez, su madre, impedida, en silla de ruedas; el hermano del finado, su esposa Ascensión Martín e hijos recibieron infinidad de muestras de condolencia, en tanto que los aplausos dedicados al extinto hicieron acto de presencia tanto a la llegada del féretro al templo, con decenas de coronas de flores dedicadas, como a la salida del mismo tras la misa de corpore insepulto y al que le acompañó un silencio que impresionaba en la calle.
El cuerpo sin vida del cartagenero ilustre que nos ha dejado yace en el Cementerio de San Antonio Abad.
