Esta información es muy relevante, pues el tenis es un deporte de mucha tradición en España. El Consejo Superior de Deportes registra estadísticas del interés por el pádel, al menos en términos de licencias federativas, desde el año 1994. Durante la última década, esta especialidad ha crecido de manera exponencial, llegando a subir las fichas entre 2009 y 2019 en un 283%.
¿Cómo ha llegado a ser el pádel un deporte tan popular?
Los inicios del pádel se remontan a la década de los 60, pero no llegó a España hasta el año 1974, cuando el empresario Alfonso de Hohenlohe lo introdujo en nuestro país tras visitar en México a su amigo Enrique Corcuera, uno de los grandes impulsores.
Durante años este deporte fue considerado muy elitista y en los 70 y 80 atrajo a grandes figuras del tenis como Manolo Santana. En poco tiempo se expandió por la Costa del Sol y todo el Levante, pero no fue hasta bien entrada la década de los 90 cuando pasó ya a ser un deporte más popular.
En esa época, uno de los motivos que propició el ascenso del pádel como deporte accesible fue la afición del presidente del Gobierno José María Aznar por el mismo. Desde entonces y hasta la fecha, las pistas y centros deportivos para jugar a pádel se han multiplicado enormemente, tanto de carácter público como privado.
En 2012 se contaban casi 40.000 jugadores federados y en 2020 había en España más de 1.800 instalaciones para practicar este deporte. Por otra parte, las tiendas tanto físicas como online se han ido extendiendo ampliamente.
Algunos de estos establecimientos, como esta tienda, se han especializado casi de manera exclusiva en este deporte, y se puede adquirir equipamiento completo para jugar a pádel: palas, zapatillas, bolsas, topa, accesorios…
¿Por qué tiene tanto éxito el pádel?
El éxito del pádel se basa en varios argumentos de peso. Es un deporte social y muy accesible, para practicarlo se necesitan cuatro personas, lo que invita a mantener relaciones sociales con conocidos y amigos.
A su vez, no es una modalidad con unas barreras de entrada muy elevadas. El tenis, por ejemplo, sí implica más acondicionamiento físico, una técnica más depurada, más resistencia y potencia en el golpeo.
No obstante, esto no significa que sea fácil de practicar, pero la diversión llega casi de inmediato cuando se encuentra un grupo del mismo nivel. A su vez, este deporte engancha a practicantes de todas las edades. Una persona con más de 50 años, por ejemplo, difícilmente podría iniciarse en el tenis o en algún deporte de equipo, pero sí puede jugar al pádel con cierta comodidad.
Y un dato interesante, este confirmado con la pandemia, es que no es un deporte de contacto. Ramón Morcillo, presidente de la Federación Española de Pádel, sostiene que se ha asociado el pádel a la seguridad en la práctica de actividad física, pues con una pista de 10 metros de ancho por 20 de largo, hay pocas posibilidades de que los cuatro jugadores puedan tocarse.
El pádel y la salud mental y física
Más allá del carácter social y ameno que tiene este deporte, si el pádel genera tanto interés entre la población es porque sus beneficios a nivel saludable son más que visibles. Es un tipo de actividad física que ayuda a mantener la mente despierta y potenciar la capacidad de coordinación y los reflejos.
Como ya comentamos, es un deporte que no tiene edad y sus barreras de entrada son muy bajas. Un aspecto positivo asociado a este fenómeno es que se gana en destreza con cierta facilidad porque es una modalidad de raqueta que atrapa, siempre quedan más ganas de jugar a pádel.
Se puede practicar tanto en exteriores como en interiores y en los inicios no requiere de una gran inversión. Las palas, las zapatillas, la ropa y los accesorios para iniciados son muy económicos, aunque a medida que va avanzando el nivel y el interés por este deporte, son los propios deportistas los que demandan equipamiento de mayor calidad.
