viernes. 29.03.2024

Para presentar este reto, se han dado cita hoy martes la edil de Deportes, Obdulia Gómez; el jefe del servicio de Deportes, Eduardo Armada y el protagonista de esta aventura, Carlos Garranzo.

Este bombero y amante del alpinismo se ha propuesto el reto de coronar dos de las montañas más altas de la Tierra: El Broad Peak, de 8.047 metros de altitud y el K2 a 8.611 metros sobre el nivel del mar, ambas se encuentran Cordillera del Karakórum, en el área del Sistema de los Himalayas. Además, esta última es la segunda más alta del mundo y una de las más letales para los alpinistas que se han aventurado a ascender hasta su cima.

Durante la presentación de este reto, la edil de Deportes, Obdulia Gómez, ha señalado que las alturas a las que se enfrentará el alpinista y escalador Carlos Garranzo encontrá muchas dificultades propias de la naturaleza en su estado más puro, pero también disfrutará de los más impresionantes paisajes y ha puesto en valor la importancia de realizar una azaña de estas características.

Ésta no es la primera vez que el escalador Carlos Garranzo se enfrenta al Broad Peak, pues ya partió a Pakistán en 2014 con el objetivo de coronar esta montaña, pero por problemas climatológicos se tuvo que detener y regresar a 8.025 metros (el pico tiene 8.047 metros), “esos pocos metros de diferencia suponían una hora más de camino que no pude asumir en ese momento por el clima”, ha señalado Garranzo.

Además, Carlos Garranzo ha manifestado que uno de los principales retos que supone esta aventura es coronar el Broad Peak y después permanecer en el campamento base unos días para recuperar la forma física y reunir la energía suficiente para enfrentarse al K2 “que ya de por sí es un reto muy difícil si lo enfocas como único objetivo”.

Durante toda la expedición el escalador y alpinista se tendrá que enfrentar a ríos, zonas con riesgos de aludes y la adversa climatología que impera a altas alturas. Garranzo encontrará una de las zonas más complicadas de la ruta para ascender al K2, en el tramo conocido como cuello de botella, a unos 8.400 metros, aproximadamente. El escaldor ha señalado que “esta zona se asemeja a un tobogán helado con toneladas de hielo encima que pueden caer en cualquier momento, por lo que hay que pasar muy rápido, pero a tanta altitud se necesitan varias horas para poder atravesar por completo este tramo.”

Por su parte, el jefe del servicio de Deportes, Eduardo Armada, ha manifestado que desde el área de Deportes se va a apostar por acercar esta aventura a los más pequeños a través de charlas impartidas por el escalador Carlos Garranzo en las que podrá explicar a los alumnos de los centros educativos de Cartagena cómo ha vivido este reto.

La edil de Deportes, Obdulia Gómez, ha indicado que desde la Concejalía se apoya este deporte a través del Club Aire Libre, que trabaja en el rocódromo instalado en el barrio El Peral y mediante la inclusión del deporte de la escalada en el Programa de Deporte Escolar para alumnos de Secundaria.

Esta aventura se podrá seguir a través del blog personal del escalador y de su página de Facebook, en las que gracias a un teléfono satélite podrá narrar las etapas y compartir algunas fotos de esta experiencia.

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