6 de julio de 2009, 2:00
Se cruzó Quique Pina en el camino del jugador Diego Mainz y al desenfundar la chequera millonaria firmó el documento de una oferta para que el defensa del Albacete (antes en Vallecas seis años) no se desviase a ver la Mar de Músicas en Cartagena. En serio, lo más parecido a un "secuestro" a punta de euros como para superar los 40 millones de pesetas, cuando las pelas estaban vigentes. Pina, buen fichador y certero en los grandes negocios (recuérdese la venta del Ciudad de Murcia para que el Granada 74 jugase en Segunda), se apodera del Granada y para empezar le hace la puñeta al Efesé al llevarse a Mainz. Menos mal que todavía quedan en el mercado ochenta defensas de buen nivel y a lo mejor más baratos.