Vuelve a sorprender el Málaga, que está siendo la gran atención de Segunda División por las incorporaciones que está realizando, todas de un alto nivel para la categoría a priori. En el caso de Gallar (Terrassa, 1992), el jugador está convencido de sumarse al proyecto blanquiazul, donde volvería a coincidir con Rubén Castro.
Pero queda un trámite que no es menor y en el que ahora mismo se encuentra centrado, resolver la ruptura de su contrato con el Girona, con quien tiene firmado hasta el 30 de junio de 2023.
El club catalán, que logró ascender a Primera División vía play off, no cuenta con Gallar, que como agente libre y con el finiquito en la mano se sumará a la pretemporada del Málaga, donde Pablo Guede le recibirá con los brazos abiertos. El versátil centrocampista ofrece una serie de prestaciones que encajan perfectamente en la idea del equipo blanquiazul para la temporada que viene.
Gallar tiene ya una amplia trayectoria a sus 30 años y una carrera en la que no le han regalado nada. Fue creciendo en Segunda B hasta que se salió con la Cultural Leonesa, ayudando al ascenso a LaLiga SmartBank con 22 goles en 44 partidos. De ahí se marchó al Huesca, donde logró inmediatamente al ascenso a Primera disputando 38 encuentros y marcando ocho tantos. En Primera jugó 25 partidos y anotó cuatro goles.
Jugó un partido más con el Huesca otra vez en Segunda División (que terminó ascendiendo de nuevo) antes de firmar por el Girona, que pagó más de un millón y medio de euros por él.
En las dos últimas campañas ha estado cedido en el Cartagena, donde disputó 59 encuentros ligueros y marcó cinco goles. En el lado negativo están sus múltiples lesiones, siempre de tipo muscular como futbolista albinegro. Sus salidas nocturnas también han sido muy comentadas por muchos de los seguidores cartageneristas.
