Un artículo de opinión de CARLOS SÁNCHEZ (@charlidsg)
Oficialmente el estado mayor del Cartagena acaba de subir la alarma un nivel. Hasta ahora, a pesar de los resultados, se mantenía el verde en la sala de operaciones ya que el equipo parecía ir arrancando y de menos a más. Tras la victoria ante el Almería B, la salida a Mérida se mostraba como la mejor opción para seguir consolidándose en una línea ascendente. Sin embargo, la derrota, y la manera en la que se sufrió, con una primera parte que recordó a la de Sevilla, han hecho encender la alerta amarilla.
Todavía estamos lejos de la alerta naranja, y mucho más de la roja, pero es significativo que, al acabar el encuentro, Paco Belmonte quisiera dar un toque a cuerpo técnico y plantilla en los micrófonos de Onda Regional. Ese "tenemos buenas sensaciones, se juega bien en momentos, pero en esta categoría si no tienes continuidad no haces nada" es la declaración institucional de que el grado de preocupación ha subido un peldaño. Todavía hay calma, pero el dueño del club está atento a lo que ocurra y así lo ha querido hacer saber.
El equipo tiene argumentos para despegar. Se le ve vivo, con opciones de ir para arriba. Todo pasará por tener mayor continuidad en la seguridad defensiva. En la delantera los goles acabarán entrando de una manera u otra por las ocasiones que continuamente se generan. Sin embargo, toca mejorar en el aspecto defensivo. Víctor tiene trabajo en tratar de encontrar la pócima que le acerque a dejar la portería de Limones a cero. Será entonces cuando se hagan valer los goles a favor y se empezará a sumar de tres en tres. Con dos victorias consecutivas ya da para mirar a los puestos nobles.
A diferencia de la pasada campaña, el entrenador está aquí, en Cartagena, no haciendo las alineaciones por teléfono desde Uruguay ni está pendiendo sobre él la amenaza de una sanción por ejercer sin la titulación requerida. A diferencia de la pasada campaña, los directivos también se encuentran en Cartagena, muy pendientes del trabajo diario de la plantilla y el cuerpo técnico y atentos a asegurarles estabilidad institucional. Y, a diferencia de la pasada campaña, al equipo se le ven cosas muy interesantes, no como el encefalograma plano que mostraba bajo la batuta de Ribas. A pesar de que lleve menos puntos, esta plantilla parece más capacitada para sacar al equipo de donde se encuentra y poder disfrutar de un año tranquilo.
