Hay que aprender del Jaén

 GUILLERMO JIMÉNEZ

Resulta que todos los goles que le han marcado al Real Jaén en el corto tramo de liga consumido se  han registrado fuera de casa. Felipe Ramos ha encajado 5 en seis actuaciones y el más joven Adrián, con estatura de jugador de basket (196 centímetros) recibió dos goles. En su campo ni un gol han soportado sus dos porteros y ya han pasado por el terreno de La Victoria el Almería B, Jumilla, Linense y Recreativo.  

 

Ningún equipo del grupo puede alardear de esa condición y por ahí se justifica el que el visitante este domingo del estadio Cartagonova se encuentre en buena posición y pensando en colarse en el cuarteto del playoff. En las salidas ha hecho poco, tan poco como ganar solo un partido- en Sevilla con el Betis pequeño- y perder los otros tres. Ha sido un poco rácano pero su buen comportamiento en casa le da fuerza y vitalidad.

 

Lo que viene diciendo hace semanas Víctor Fernández desde la vertiente del Cartagena es una realidad: "Mantener la portería a cero es clave, fundamental”. Es una de las asignaturas pendientes de su equipo, que ha encajado tantos en 6 encuentros y Limones únicamente en dos acabó con la meta en blanco, como quiere y recomienda su jefe en esta importante campaña para él como entrenador que siente desgastarse, según reconoció este viernes en rueda de prensa, porque todo no es coser y cantar. Su blindaje, por la brillante estela que dejó como futbolista vestido de albinegro, sabe  se puede desarmar con la prolongación de una racha por mil factores  desencadenantes.

 

Te pilla de nuevo por ejemplo, mañana, pasado o al otro día,  un árbitro como el de La Condomina, Ribes Leal, y ya puede hacer maravillas Rivero, salirse Sergio García, defender Ceballos con el coraje que 'Tarzán' Migueli lo hacía en el Barça en tiempos del Dúo DInámico; acertar Montero en el área,  que si se presenta el infortunio comienzas a tener papeletas para que el apoyo incondicional de la grada al míster se torne en un apoyo pero ya con condiciones: que se ganen partidos por encima de todo.

 

No quiero justificar el 2-1 de Murcia en el arbitraje que barrió para los universitarios notándose más de la cuenta, sin disimular, con un presunto ensañamiento -creo- en la redacción del acta del partido para que Víctor Fernández no pueda estar en el banquillo los dos próximos encuentros.

 

Pero, bueno. A otra cosa.

 

Es decir, jugar bien al fútbol y además ganar sin mucho sufrimiento.

Lo malo de este Cartagena, dentro de ser un buen conjunto que me encanta ver cómo saber jugar como no se ha visto en los últimos años en el estadio, es que su cupo de derrotas (cuatro en el balance de 8 partidos) nadie  esperaba comenzase a crecer tan pronto. Cuidado: es como tener el colesterol y los triglicéridos altísimos.  Por ello el antídoto es sumar enseguida y sin respirar una tacada de tres o cuatro triunfos seguidos, como hizo el vecino Real Murcia que a base de dar zancadas se ha metido el 4º en el grupo, con el zarpazo fundamental en el Carranza.

 

Para reparar las adversidades -todas justificadas, una por una  en los partidos con el Linares, en Cádiz, en Mérida y en Murcia- no existe otro remedio que imitar al Real Jaén que viene este domingo. Imitar solo en lo de no encajar goles. Porque si digo lo que siento: los jiennenses, a los que vi jugar ante el UCAM Murcia en La Condomina (1-0) con la suerte a la que está abonado Salmerón,  al que Mendoza exige que juegue siempre como D'Artagnan, al ataque, no me parecieron reunir equipo de playoff.