28 de octubre de 2011, 23:49
Tras la victoria de este jueves ante el Deportivo de la Coruña, uno de los gallitos de la categoría, el Cartagena llega al derbi regional en su mejor momento. Cuatro partidos consecutivos sin conocer la derrota, con dos victorias seguidas, hacen que el equipo dirigido por Javi López afronte con todas las garantías el partido más esperado por la hinchada albinegra.
No hace mucho el conjunto albinegro vislumbraba un futuro muy negro. El equipo hacía aguas en defensa y en ataque apenas lograba inquietar la portería rival. Con muy poco el contrario sacaba mucho botín. Demasiado. Cuando un aficionado albinegro veía el calendario echaba a temblar ante estos dos partidos. Sin embargo el equipo ha perdido el vértigo a ese abismo, que no nos engañemos, sigue ahí.
A pesar de que el equipo ha mantenido una mejoría constante desde la llegada de Javi López al banquillo, esa primera victoria se hacía esperar. La ansiedad originada por una afición descontenta con los suyos y seis derrotas consecutivas atenazaban en demasía a los jugadores albinegros.
Desde su llegada al banquillo del Cartagonova, Javi López ha transmitido a los compañeros de la prensa una sensación de tranquilidad y convicción. En cada rueda de prensa, el técnico era consciente de que no había logrado dar con la tecla pero a la vez tenía claro que quería.
Partido a partido el equipo ha ido logrando esos pequeños objetivos indispensables para ser competitivos. El primero era lograr mantener la portería a cero. El juego del equipo debía partir desde una seguridad defensiva. Desde atrás. Tras el buen partido de los albinegros ante el Córdoba, con empate a cero, el siguiente paso era claro: lograr la victoria. Se logró y además con un buen juego.
La victoria ante el Girona ha instaurado una alegría en el equipo que se transmite al terreno de juego. La imagen ante el Deportivo muestra a un equipo completamente distinto al de hace tres jornadas. Las líneas están más juntas, se presiona más arriba, se roba antes el balón y por ello se generan más ocasiones. La mejor sensación que se percibe es que aún tienen margen de mejora.
Otro factor a destacar es el cambio de actitud de la afición. Tras unas críticas más que justificadas a la imagen del equipo, han entendido que todos debemos remar en la misma dirección si queremos seguir manteniendo este tesoro que es el fútbol profesional en nuestra ciudad. Ayer volvieron a ser el jugador número doce.
El derbi del domingo tiene todos los ingredientes para ser una gran fiesta del fútbol regional. La nave albinegra llega en pleno despegue. Hay motivos para la esperanza.
No hace mucho el conjunto albinegro vislumbraba un futuro muy negro. El equipo hacía aguas en defensa y en ataque apenas lograba inquietar la portería rival. Con muy poco el contrario sacaba mucho botín. Demasiado. Cuando un aficionado albinegro veía el calendario echaba a temblar ante estos dos partidos. Sin embargo el equipo ha perdido el vértigo a ese abismo, que no nos engañemos, sigue ahí.
A pesar de que el equipo ha mantenido una mejoría constante desde la llegada de Javi López al banquillo, esa primera victoria se hacía esperar. La ansiedad originada por una afición descontenta con los suyos y seis derrotas consecutivas atenazaban en demasía a los jugadores albinegros.
Desde su llegada al banquillo del Cartagonova, Javi López ha transmitido a los compañeros de la prensa una sensación de tranquilidad y convicción. En cada rueda de prensa, el técnico era consciente de que no había logrado dar con la tecla pero a la vez tenía claro que quería.
Partido a partido el equipo ha ido logrando esos pequeños objetivos indispensables para ser competitivos. El primero era lograr mantener la portería a cero. El juego del equipo debía partir desde una seguridad defensiva. Desde atrás. Tras el buen partido de los albinegros ante el Córdoba, con empate a cero, el siguiente paso era claro: lograr la victoria. Se logró y además con un buen juego.
La victoria ante el Girona ha instaurado una alegría en el equipo que se transmite al terreno de juego. La imagen ante el Deportivo muestra a un equipo completamente distinto al de hace tres jornadas. Las líneas están más juntas, se presiona más arriba, se roba antes el balón y por ello se generan más ocasiones. La mejor sensación que se percibe es que aún tienen margen de mejora.
Otro factor a destacar es el cambio de actitud de la afición. Tras unas críticas más que justificadas a la imagen del equipo, han entendido que todos debemos remar en la misma dirección si queremos seguir manteniendo este tesoro que es el fútbol profesional en nuestra ciudad. Ayer volvieron a ser el jugador número doce.
El derbi del domingo tiene todos los ingredientes para ser una gran fiesta del fútbol regional. La nave albinegra llega en pleno despegue. Hay motivos para la esperanza.
