18 de septiembre de 2011, 17:19
Tenía que ser hoy sábado en fiestas de Cartagineses y Romanos, tenía que ser en la quinta jornada, conforme al calendario, y cuarta jugada según las actas, tenía que ser frente al equipo del indeciso Anquela ese muchacho con cara, gafitas y cabellera de filosófico intelectual que a punto estuvo de fichar este verano por nuestro, vuestro, suyo equipo y que no lo hizo por desorientación, por timidez o porque su flequillo no le dejó ver el puente de La Rambla por donde se sube al Cartagonova. Y tenía que comenzar a ser hoy, cuando los goles en contra nos asfixian, cuando la portería no logramos mantenerla a cero que, por cierto, es así como se suman puntos.
Digo que tenía que ser y ha sido. Se ha vuelto a perder contra el Alcorcón y no por uno a cero, sino por dos que bien pudieron ser tres o más. Se ha vuelto a perder, cuatro de cuatro, cero puntos y últimos y lo peor de todo es que esto no tiene visos de cambio y el rescate nos va a costar. Todo, absolutamente todo sigue siendo mohína, no es que el quinto haya sido malo, no, no, ha sido peor, superlativamente peor y el “Colom, que no clon (que también), Gómez” estará inflando sus pulmones para trinar a los cuatro vientos que: “Tenemos tres veces más equipo que en las dos pasadas campañas y aspiramos a ascender”. Yo no lo creo, ya me lo demostrarán y mientras tanto usted calladito.
Afirmo que tenía que ser hoy cuando, por primera vez en esta temporada y desde hace mucho, yo no lo tengo en el recuerdo, han comenzado a verse pañuelos en las gradas y se han oído gritos de: ¡¡¡ Paco, vete ya, Paco, vete ya, Pacooo, vete yaaa!!!
Mezclados con los gritos y casi asfixiado por el calor he tenido que ordenar mis notas y deducir que la plantilla de este equipo, la firmó, la aconsejó y nos la vendió un tal Quirantes y éste, que debiera ser ahora el paraguas de toda la tormenta, ya no está, se fue, se largó ¿cobardemente?, por la puerta de atrás y dando unas explicaciones no convincentes, por tanto los gritos, entiendo, debieran ser dirigidos además contra el que fue ayudante de campo de D. Francisco Gómez Hernández.
Entre calor, gritos, pañuelos blancos y el personal aburrido marchándose del estadio, el FC Cartagena esta tarde festera ni ha tenido “punch” ni calidad de juego. Ha sido un equipo bloqueado, deslavazado, atascado, sin estrategia, sin líder y realizando unos cambios que solamente su entrenador puede entender. Este Cartagena hoy por hoy está todavía verde, muy verde, tierno, adolescente, sin guapura, tristón y con un entrenador, cuidador, o lo que sea, inmaduro e indeciso y llamado Francisco López Fernández.
Cuando debiéramos habernos alegrado en esta tarde festera y calurosa, el FC Cartagena sigue estando, y los demás equipos así lo esperan, en el último lugar de la tabla y se sumerge en un mar de confusiones y con una vía de agua abierta, que se corrige o esto se va a pique.
Viendo lo que he visto por primera vez en directo y en partido de competición esta temporada, el Cartagena, sin más, debe limitarse a jugar sencillamente al fútbol con el corazón, con el alma y poniendo toda su vida en el empeño. Debe adquirir e imponer su estilo, si es que su entrenador se lo ha enseñado o impuesto para utilizarlo con criterio y como si fuese su auténtica seña de identidad que hoy le falta y que le conduce a olvidarse de lo principal; la calidad futbolística. El juego de calidad lo esconden, quizá porque no lo tienen y por lo tanto no se ve. No existe. Es más cuestión de fe.
Mucho, demasiado debe cambiar esta plantilla con PL o con el “sursuncorda” en el banquillo. Nos va a costar salir del primer puesto de la cola que en solitario dominamos y que está toda él tan nebuloso que nos llega con esa niebla tan cerrada como si fuera el antiguo UHF de la televisión.
Adiós, si el miércoles pasado, y en estas mismas páginas, el Icue decía de D. Francisco Gómez Hernández que por la comicidad en sus palabras bien pudiera sustituir a los cómicos de épocas pasadas, hoy, después de esta derrota y viendo como he visto el estadio y al acabarse la campaña para la renovación o nueva adquisición de asociado, el articulista lo elige para que interprete “Sólo ante el peligro” del grandioso Fred Zinnemann y acompañado por su particular y grandullón sheriff - Gary Cooper vs López Hernández- para que nos explique por qué y cómo ha descendido la asistencia al estadio en la forma que lo ha hecho y por qué sus parroquianos han enseñado la espalda. ¡¡¡Ay, ay, ay, qué cruz!!!
La luz de esta tarde de septiembre en el que, “Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado”, se alarga y amarillea y en este momento crepuscular en el que me retiro triste, muy triste hacia el “Festero Campamento” les hago una observación: hay que salir al rescate de este querido equipo porque la Liga sigue viva. Es cuestión de fe. Cuestión de fútbol.
Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce”. Dies 9/17: Ante diem quintum decimum Kalendas Octobres.
