26 de mayo de 2014, 10:17
Cuarenta y cinco partidos oficiales ha disputado el Cartagena de Luis Tevenet entre Liga, Copa del Rey y playoff de ascenso en la campaña que se cerró en Avilés con el regusto de que se pudo hacer algo más, bastante más. Siempre todos queremos más. Hasta los modestos son ambiciosos cuando se envalentonan y el corajudo equipo blanquinegro se lo creyó cuando en dos zarpazos postreros en la Liga, esto es empatando con el Cádiz un partido que mereció ganar y especialmente en el 0-1 de Algeciras.
Yo, llegado un momento, me lo he llegado a creer. He creído en este equipo al que he valorado bastante mejor que el de José Pacheta de 2012-2013 y no fue porque el entrenador burgalés que acaba de triunfar en Polonia no sirviese, sino por un sencillo motivo que ha permanecido a la vista hasta el final: si el grupo humano que tuvo Pacheta era más técnico pero mucho menos legionario, el de Tevenet ha sido la típica plantilla confeccionada con jugadores luchadores, insistentes y buena gente que no han cedido en el empeño llevados de la mano de un entrenador experimental bastante exigente que, con claros y oscuros, ha desarrollado una gran campaña emprendida con la precaución oficial de proclamar que de salida la meta era quedar entre los cuatro primeros en la Liga. Y después a ver lo que pasaba...
Pero la muy buena ejecutoria global del actual equipo se ha ido por el sumidero ante la sorpresa general. Y eso duele. Cierto que al final se acumularon problemas imprevistos por la peculiar manera de actuar del dueño Paco Gómez, y después por la atípica manera da aterrizar que ha tenido el todavía misterioso Sporto Gol Man 2020, la nueva empresa que tendrá que ganarse el crédito de la afición siendo más transparente en unos tiempos en que se pide solidaridad a todo el mundo.
Caer en el playoff desde mi punto de vista no ha dejado de ser una decepción, pero no por ser eliminados en sí sino por la forma en que ese fracaso se ha producido. Era una situación evitable pero las circunstancias -propios errores y los aciertos de un buen Avilés, engrandecido en el partido de ida por- redujeron la presencia del Cartagena en la fase de ascenso. Las cuentas deportivas no salieron cuando durante el año futbolístico el equipo albinegro reunió unos números envidiables: ganó 24 de los cuarenta y cinco encuentros que jugó. 73 puntos sumados para el que venga detrás lo mejore. Un curso en el que sólo perdió 11 partidos y empató diez.
Creo firmemente que un Tevenet muy válido pero aún en etapa de maduración profesional, que llegará, habrá aprendido mucho con algunos de sus experimentos en la estrategia, yendo del 0 al 80 y del 80 al 8, y con la nebulosa del reparto de confianzas y desconfianzas, sintetizado en el 'caso' Diego Segura que todo el mundo cree ha existido, se diga lo que se diga, y no ha sido favorable a los intereses del equipo.
¿Debe seguir aun así Tevenet? A mí modo de ver, sí; pero sacando el sevillano conclusiones para el futuro. ¿Y el equipo? Válido para lo que pudo hacer y consiguió, digno del aplauso que nadie le regateó pero muy mejorable en los resultados y rendimientos de un sistema de defensa con agujeros como queso de gruyere.
Pero lo esencial para el futuro y la deseable estabilidad de la entidad es que Sporto Gol Man 2020 disipe pronto dudas y esclarezca los aspectos institucionales más importantes ya para que no se produzca una desbandada de abonados arrastrados por la desconfianza, más que por la crisis económica.
