viernes. 29.03.2024

Los dados están tirados

Recuerdo aquella frase de César que todos hemos repetido en algún momento. Se me ha acercado al terminar el partido de esta tarde oscense, con presagio de tormenta en la granizada inicial, y me ha invitado, cultamente, a que titulara la crónica de hoy con ese “alea iacta est”, que...

Recuerdo aquella frase de César que todos hemos repetido en algún momento. Se me ha acercado al terminar el partido de esta tarde oscense, con presagio de tormenta en la granizada inicial, y me ha invitado, cultamente, a que titulara la crónica de hoy con ese “alea iacta est”, que todos conocen lo que significa en su vulgaridad. No lo hago, no deseo hacerlo, es un titular muy manido y demasiado utilizado, la mayoría de las veces, sin ton ni son. Es probable que pocos, o quizás muchos, conozcan su traducción exacta que no es la vulgar “la suerte está echada, sino la de "los dados están tirados".

Así es, y sin vuelta atrás, así será. Los dados están tirados, sus signos han salido, eso sí de blanco y negro, negativos. Acaba de perderse toda esperanza, ha  triunfado el azar sobre el cálculo y la bandera blanquinegra y la carmesí, me gusta más la “rojo Cartagena”, ya están arriadas como si les diese vergüenza de ondear en la 2ª B del fútbol español.

El FC Cartagena ha renunciado durante todo el partido a la rima de la buena construcción futbolística y, en la mayoría de los minutos, no ha sabido mantener la misma métrica que usó en partidos anteriores. Las ilusiones, las esperanzas y esos engarces de carbono cristalizado se han quedado, por decirlo en sus justos términos, como embrutecidos al no haber poder sido labrados. No hemos podido jactarnos de que Carlos Ríos Vidal haya reconvertido dándoles brillo y transparencia a esas ¿joyas? en potencia que le entregaron con elevada dureza. No ha sido posible y estos jugadores, más que diamantes engarzados, han parecido lámpara minera de petróleo, dotada de  reflector.

Los dados han sido tirados como los futbolistas del FC Cartagena han tirado el partido, como Álvaro Antón tiró el penaltiy como con dos minutos sobre el terreno de juego a Héctor Font le tiraron la roja y como Josemi y Mariano y Kijera y…Habrá que esperar. Lo haré. Todos tendremos que esperar para saber qué nos deparará el tiro de los dados la próxima Liga. Les anuncio que todos, todos deberemos aguantar las palpitaciones y aprender a contener la respiración. En el Alcoraz he visto caras largas e irresponsabilidad y hasta me he imaginado a ese presidente “festivalero” pensar en ese su ascenso imaginario desde el primer partido de esta Liga.  

Los dados han sido tirados desde las alturas hacia el infortunio. Al FC Cartagena  le ha entrado el mal de altura y ha realizado un ejercicio de inmersión hacia las simas de bajura. Los de la Ciudad portuaria no han sabido, ni podido, ni querido escalar el puerto de Eripol  ni ese que une Boltaña con Adahuesca, el Collado de San Caprasio, no ha podido con ellos por sus  pendientes continuas, prolongadas y sus continuos  toboganes  bastante rompe piernas.

Hace unos años, cuando Perico Delgado, luego vendría Induráin, estaba a punto de ganar su primer Tour, recorrí con mi señora y entonces tres hijos, todos aquellos puertos oscenses-pirenaicos que hoy puedo recitar de memoria sin necesidad de acordarme de los franceses, suizos o italianos. He subido al pueblo de Tella, a Bestué,  o a Fanlo y Nerín para descender a Broto y Ordesay más tarde darnos una vuelta por el Valle de la Fueva, subir las durísimas rampas y llegar hasta Palo desde Liguerre. Vale el recuerdo. El FC Cartagena ha venido exclusivamente a darse una vuelta y tirar los dados de la decepción.

Esta es la crónica que hoy me recuerda todas aquellas cimas que el Cartagena no ha sido capaz de ascender. Son aquellas que, de haberlas superado, nos hubieran proporcionado momentos y recuerdos gloriosos como aquellos que mis críos se fabricaron en aquel evento recordado: que si un pequeño tatuaje, que si un nombre en sus brazos, que si una pulsera y, fundamentalmente, aquella recordada y querida pancarta forjada en un parasol y pintada con carmesí de lapicero pinta-labios y que hasta la caravana se paraba a leer: “Perico eres único”. Fueron días especiales, para un grupo especial. Los Pirineos, abarrotados, eran un hervidero de fe y esperanza. Hoy han sido de dolor, desilusión y desgracia. No han sabido moverse con desparpajo y atrevimiento. Les pesó demasiado la responsabilidad y el peso de la púrpura. ¡Qué gracia!

Esta tarde ha sido pisar el césped del Alcoraz y caérseles la responsabilidad encima. Se esperaba mayor cuajo por parte de los más experimentados de la plantilla que hoy han sido demasiados: Juanma; Chus Herrero,  Josemi; Mariano, Abraham Paz y Collantes y Ander Lafuente en la segunda parte. Pero no ha sido así.

Los nervios se soltaron convertidos en lágrimas sobre el césped del estadio. Lágrimas de cocodrilo de muchachos vacíos por dentro y por fuera que esta tarde, en su ¿práctica totalidad? experimentaron su primera decepción: en tierras oscenses han caído a la lona.

No ha habido esperanza de tener fiesta blanquinegra, sí algunos aplausos sinceros de los contados aficionados asistentes venidos en la furgonetaefesé al Alcoraz. Algún grito lejano de ¡Efesé, Efesé!, con escaso seguimiento coral y caras tristes y serias. Más que sueño, ha sido un partido pesadilla. Ahí estamos, todos tirados en la lona del desconsuelo.

Adiós. Los dados han sido tirados. El FC Cartagena necesita un reset para recuperarse de esta temporada desquiciante que va a necesitar de muchos apoyos y pocos escrúpulos. ¡Ay, ay, ay!

Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce”.Dies 5/19: ante diem quartum decimum Kalendas Iunias. Nº 233
http://lamedusapaca.blogspot.com.

Los dados están tirados
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