martes. 23.04.2024

Doctor Mijares

En efecto, en aquellos momentos le dije lo que sentía, pero ahora con el paso del tiempo, lamento no haberlo hecho en su momento, lo hago ahora, con la pena de que ya no está con nosotros, para reírse o criticar este modesto trabajo.  Describir al “Doctor Mijares” en un simple...
En efecto, en aquellos momentos le dije lo que sentía, pero ahora con el paso del tiempo, lamento no haberlo hecho en su momento, lo hago ahora, con la pena de que ya no está con nosotros, para reírse o criticar este modesto trabajo.

 Describir al “Doctor Mijares” en un simple artículo, prácticamente es imposible, intentaré con la mejor voluntad e intención, realizar una semblanza de su personalidad, para que los lectores que no le hubieran conocido, se hagan una ligera idea de esta singular persona.

 Creo firmemente que Julio vino al mundo riéndose de la comadrona. Jamás en la porrada de años que le he conocido le he visto triste. Procuró extraer de la vida su parte alegre y mas irónica, vadeando con el mejor humor los malos momentos que ha tenido, que no han sido pocos. Es cierto que en muchas ocasiones ha podido extralimitarse en su comportamiento, yo creo que si lo hacía, era con el “auto convencimiento” de que no hacía daño y de que al final se diría, Julio…es Julio.

Julio era el no va más entre nosotros, todos queríamos estar cerca de él para reírnos con sus chanzas. El grado de atracción que ejercía sobre nuestro grupo era tal, que siendo casi todos nosotros futbolistas en activo de más o menos categoría, durante los veranos organizaba “bolos veraniegos” que consistían en reunir un equipo de futbol y llevarnos a algún pueblo de la región a jugar, prometiéndonos un dinero que casi nunca veíamos. Bueno, pues aun sabiendo que esto podía ocurrir, queríamos estar con él con tal de desternillarnos de risa con sus bromas.

Hecha esta semblanza de su personalidad,  trataré de centrarme en algunas de las muchas anécdotas que han rodeado su vida.

Como pueden leer este artículo se llama “Doctor Mijares” este “titulo” fue consensuado por todo el personal clínico del Hospital Nuestra Señora del Rosell donde Julio ejercía de celador. Una de las funciones que le fueron asignadas,  consistía en vigilar la zona de urgencias, y ahí fue donde empezó su popularidad como “Doctor” pues a todas las personas que llegaban a esta sección del hospital durante su turno, las diagnosticaba, antes incluso de que la viera ningún médico e incluso llamaba a algún compañero y le decía oye, que lleven a este señor o señora a la sala tal que ya pasaré a verla. Naturalmente que conociendo todo el personal del hospital su forma de ser, se lo pasaban por alto y atendían al enfermo como no podía ser de otra forma con toda rapidez.

En el plano futbolístico, menos jugador lo fue todo  (o mejor dicho lo intentó todo) hizo de representante de futbolistas, en los albores de esta profesión. También consiguió el título de entrenador regional y entrenó a varios equipos. Como he dicho anteriormente también organizaba bolos. En todos y en cada una de estos menesteres, dejó para bien o para mal, su sello peculiar que le hacía inconfundible.

Creo que esta anécdota que voy a contar, puede resumir un poco como se tomaba Julio Mijares la vida. Como he comentado, todos los chavales girábamos en el lago alrededor de su persona, pendientes de sus “caídas” en cierta ocasión llevaba ya mucho tiempo en paro, y le avisaron (junto a otro amigo, al que llamaremos Paco, puesto que afortunadamente sigue entre nosotros y quizá no quiera que aparezca su nombre en este artículo) para realizar un trabajo, que consistía en pintar los mojones en la carretera de Canteras a Mazarrón, para la instalación de las tuberías que llevarían el agua del taibilla, estábamos aproximadamente en 1960. 

Julio Mijares y Paco con sus botes de pintura blanca y sus brochas,  junto al ingeniero y en el coche de este, salían todos los días a realizar su trabajo, y nosotros les esperábamos para que nos contaran  las anécdotas del día, Julio iba a trabajar con gabardina corbata y sombrero. En cierta ocasión les vemos llegar disgustados y sin mirarse el uno al otro y además Paco iba despeinado y muy desaliñado, y les preguntamos ¿pero qué os pasa? Paco no contestó, y Julio muy serio nos contó lo que había ocurrido.

Resulta, dijo Julio que, cuando hemos terminado de desayunar, se me ha descompuesto el vientre y me he ido a hacer de cuerpo y estando en ello, he pensado gastarle una broma a Paco y he puesto el sombrero tapando la caca, y he gritado Paaaaco ven corriendo que he cogido un pajarico., cuando levante el sombrero tú te tiras y le echas mano. Claro ha ocurrido que Paco se ha tirado de golpe a pillarlo y ya ves como se ha puesto, y el Paco en vez de reírse de la broma, pues se me ha incomodado.

En fin señores ruego disculpen lo extenso de este artículo, pero resulta que para definir un poco a Julio necesitaba hacerlo. Julio fue un hombre al que quizá no sonrió la vida, pero el si le sonrió a ella.

Muchas gracias 







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