Esperando a Falkenstein

Un artículo de opinión de CARLOS SÁNCHEZ (@charlidsg) Es la nota exótica de esta pretemporada en el Cartagena. Jorzolino Falkenstein está en boca de todo el mundo desde que el pasado día 18 este diario destapó que se encontraba realizando la pretemporada con el Cartagena y con visos de pasar a...

Un artículo de opinión de CARLOS SÁNCHEZ (@charlidsg)

Es la nota exótica de esta pretemporada en el Cartagena. Jorzolino Falkenstein está en boca de todo el mundo desde que el pasado día 18 este diario destapó que se encontraba realizando la pretemporada con el Cartagena y con visos de pasar a formar parte de la plantilla. El nombre, extraño y desconocido, cuando fue tecleado en Google, arrojó unos resultados deslumbrantes. Media Cartagena ha visto ya su vídeo de diabluras en la Segunda neerlandesa.

Todo el mundo quiere verle y comprobar si es capaz de repetir en España, en nivel Segunda B, todas esas jugadas que se muestran en los cerca de 10 minutos de metraje. También para conocer sus puntos débiles, que esos no salen en las imágenes de YouTube. Su incorporación al cuadro albinegro ha levantado una fuerte expectativa y todos estamos esperando a Falkenstein.

El futbolista sigue recuperándose de su operación en el quinto metatarsiano del pie derecho, pero poco a poco ya se va incorporando, a ratos, a los entrenamientos con el resto de sus compañeros. Ya se calza las botas de tacos y realiza algunos ejercicios durante esta semana. Además, a pesar de que 'Falky' no habla todavía español, se le empieza a ver integrado.

El pasado martes ocurrió una anécdota con el extremo nacido en Rotterdam. La plantilla albinegra estaba realizando una serie de pruebas físicas en la sesión matutina en Pinatar Arena, entre ellas, un 'sprint' de 30 metros para medir la velocidad de los jugadores. Falky se encontraba al margen del grupo, tras terminar sus ejercicios de recuperación, pero quería hacer esa prueba como el resto de sus compañeros. El cuerpo técnico le dijo que no hacía falta, pero el extremo insistió en que quería hacerlo. "Vale, pero no fuerces", le expresaron como advertencia.

Los tiempos más rápidos registrados por el resto de jugadores rondaban los 4,4 o 4,3 segundos. Y allá que fue Falkenstein, con zapatillas de correr (no de tacos como el resto, es decir, con mayor riesgo de resbalar sobre el césped) y, sin exigirse demasiado, paró el crono en 3,98 segundos. Los técnicos le insistieron: "¡te dijimos que no forzaras!", al tiempo que Falkenstein les miraba con cara de decir "si apenas he forzado". 

Jorzolino puede convertirse en uno de los principales refuerzos de este equipo. Pero hay que verlo. Todo el mundo está esperando a Falkenstein.