Un artículo de opinión de CARLOS SÁNCHEZ (@charlidsg)
Los partidos en casa no parecen el problema del Cartagena, que se desangra cada vez que tiene que jugar lejos de la rambla de Benipila. De los 11 puntos que ahora mismo suman los de Víctor, 10 se han conseguido en el Cartagonova y solo 1 fuera, en casa del Sevilla Atlético. Es por ello que se puede determinar que el funcionamiento general del equipo como local es bastante convincente, en líneas generales.
Sin embargo, a pesar de ello, el escenario este domingo ante el Jaén ha variado. Al Cartagena le costaba sacar los partidos a pesar de ser claramente superior al rival. El caudal ofensivo era continuo, con ocasiones muy francas para marcar que se desperdiciaban por una u otra razón. El gol - o los goles - terminaba llegando en una de tantas acciones, esperado y sufrido, para terminar dando una victoria escasa conforme a lo merecido. Hasta ahora.
Porque este domingo, como mínimo, el Jaén tuvo tantas ocasiones como el Cartagena y, seguramente, más claras. Sin embargo el desacierto fue para el rival y el acierto para el local. Limones fue decisivo varias veces, Álex Cruz todavía se pregunta cómo narices decidió pegarle a esa pelota franca y a Moisés se le subió algún músculo para despejar ese balón que se colaba debajo del larguero. El portero del Jaén tuvo mucho menos trabajo, y simplemente vio como Menudo le quitaba las telarañas de la escuadra a su portería. Sería una buena noticia que estuviera cambiando la dinámica.
