25 de julio de 2011, 20:34
Lo estaba haciendo tan bien Ángel Quirantes que hasta unos cuantos incrédulos, que también tienen derecho ellos, acabaron convencidos hace semanas de que el murcianista renegado (dicen en Nueva Condomina) lo tenía todo a favor para darle mil vueltas a su antecesor en el cargo, David Buitrago.
Un referéndum popular hace ocho o diez días habría dado una abrumadora mayoría de votos a favor de Quirantes o, lo que es igual, a la política del Cartagena en materia de fichajes en una pretemporada loca en renovaciones. De una tacada Quirantes hizo un montón de altas y eso imprimió carácter a la campaña de contrataciones.
La mayoría de las contrataciones han sido del agrado de los aficionados que están al tanto de lo que se cuece en la Liga Adelante. En esta Segunda cada seguidor sabe quién es bueno y quien es paquete o sucedáneo de paquete. Independiente de que luego hay futbolistas que aquí no se enteran y en otros clubes explotan y rinden por encima de las previsiones.
Mas la felicidad no es completa y siempre hay un duende suelto para intentar que todo no sea pan comido ni coser y cantar. Esta vez la molesta china en el zapato la está encontrando Quirantes en las dificultades que plantea el alta de un centrocampista organizador, un nuevo Antonio Longás pero con más, ¿cómo diría yo?, más garra para recuperar algún balón de vez en cuando y no dejar el centro del campo con agujero.
En estos momentos lo que le falta al FC Cartagena es esa guinda topiquera en el pastel. ¿Será Edu Bedia? Creo que ni Quirantes lo sabe. Otras carencias se irán viendo pronto y la gran apuesta es colocar a disposición del entrenador Paco López dos delanteros sub 23, como Salva Chamorro e Ivan Bolado, cuando lo fácil habría sido traer treintañeros con más historial.
Mas lo que se pretendía, además de reunir una gran plantilla, era bajar la media de edad dde la plantilla, algo que se ha conseguido a riesgo de perder la teórica rentabilidad goleadora de Toché y de Víctor.
El Cartagena, que le quiten lo bailao, tiene el mérito innegable de haber resuelto en teoría el proceso del cambio de una manera satisfactoria sobre el papel. Lo que falta o deje de faltar intuyo que los primeros que lo saben son los pasteleros que mueven la masa y preparan el manjar a ofrecer de ese partido inicial de lujo con el Depor en el estadio Cartagonova.
¿Se van a notar carencias en ataque? ¿Van a estar Tati de ambos en la parrilla de salida?¿Cómo se las arreglarán para lograr un potable centro del campo? Porque de la defensa ya no se habla; se da por hecho, pendiente del mini culebrón Josemi, que el bloque defensivo sea esta próxima campaña el trampolín del éxito con una serie de futbolistas que se van a comer la hierba y lo que sea preciso para que este años no caigan los más de sesenta golea del pasado ejercicio. Reina y Juanma tendrán que poner el resto.
Todo en pura teoría, me cubro las espaldas, como está mandado, y me quedo tan pancho.
Un referéndum popular hace ocho o diez días habría dado una abrumadora mayoría de votos a favor de Quirantes o, lo que es igual, a la política del Cartagena en materia de fichajes en una pretemporada loca en renovaciones. De una tacada Quirantes hizo un montón de altas y eso imprimió carácter a la campaña de contrataciones.
La mayoría de las contrataciones han sido del agrado de los aficionados que están al tanto de lo que se cuece en la Liga Adelante. En esta Segunda cada seguidor sabe quién es bueno y quien es paquete o sucedáneo de paquete. Independiente de que luego hay futbolistas que aquí no se enteran y en otros clubes explotan y rinden por encima de las previsiones.
Mas la felicidad no es completa y siempre hay un duende suelto para intentar que todo no sea pan comido ni coser y cantar. Esta vez la molesta china en el zapato la está encontrando Quirantes en las dificultades que plantea el alta de un centrocampista organizador, un nuevo Antonio Longás pero con más, ¿cómo diría yo?, más garra para recuperar algún balón de vez en cuando y no dejar el centro del campo con agujero.
En estos momentos lo que le falta al FC Cartagena es esa guinda topiquera en el pastel. ¿Será Edu Bedia? Creo que ni Quirantes lo sabe. Otras carencias se irán viendo pronto y la gran apuesta es colocar a disposición del entrenador Paco López dos delanteros sub 23, como Salva Chamorro e Ivan Bolado, cuando lo fácil habría sido traer treintañeros con más historial.
Mas lo que se pretendía, además de reunir una gran plantilla, era bajar la media de edad dde la plantilla, algo que se ha conseguido a riesgo de perder la teórica rentabilidad goleadora de Toché y de Víctor.
El Cartagena, que le quiten lo bailao, tiene el mérito innegable de haber resuelto en teoría el proceso del cambio de una manera satisfactoria sobre el papel. Lo que falta o deje de faltar intuyo que los primeros que lo saben son los pasteleros que mueven la masa y preparan el manjar a ofrecer de ese partido inicial de lujo con el Depor en el estadio Cartagonova.
¿Se van a notar carencias en ataque? ¿Van a estar Tati de ambos en la parrilla de salida?¿Cómo se las arreglarán para lograr un potable centro del campo? Porque de la defensa ya no se habla; se da por hecho, pendiente del mini culebrón Josemi, que el bloque defensivo sea esta próxima campaña el trampolín del éxito con una serie de futbolistas que se van a comer la hierba y lo que sea preciso para que este años no caigan los más de sesenta golea del pasado ejercicio. Reina y Juanma tendrán que poner el resto.
Todo en pura teoría, me cubro las espaldas, como está mandado, y me quedo tan pancho.
