martes. 23.04.2024

El FC Cartagena pasando por las horcas caudinas al Xerez, sólo empató

Hace cinco días en mi artículo referido a la victoria de nuestro Cartagena en el estadio Gran Canaria lo comparaba con el esfuerzo desplegado por Germánico en su conquista de las Gallias. Jugó a lo práctico, sin excentricismos e intentando sacar la mayor rentabilidad con el mínimo esfuerzo. Así fue...

Hace cinco días en mi artículo referido a la victoria de nuestro Cartagena en el estadio Gran Canaria lo comparaba con el esfuerzo desplegado por Germánico en su conquista de las Gallias. Jugó a lo práctico, sin excentricismos e intentando sacar la mayor rentabilidad con el mínimo esfuerzo. Así fue cuando Raimondi, emulando al hijo de Antonia y Nerón Claudio  Druso, nos dio el triunfo.

Hoy abandono a Tácito y retomo a Tito Livio para describir que lo que esta noche ha sucedido en el Cartagonova ha podido parecerse, y no poco, a la derrota de las legiones romanas en la batalla de las Horcas Caudinas. El FC Cartagena es cierto que no ha derrotado al Xerez pero no es más cierto que este partido pasará a la historia como la mayor y cruel injusticia e infortunio que han sufrido los cartageneristas en esta trigésimo novena jornada del calendario liguero.

Efectivamente, el Xerez CD, cual ejército romano, ha sido pasado por las horcas caudinas del FC Cartagena que, al mando de Poncio (Carlos Ríos), los atrajo mediante un engaño al estrecho desfiladero de las Furculae Caudinae, situado en los aledaños de la Rambla de Benipila.

Allí los soldados jerezanos quedaron, durante toda la primera parte, atrapados y acorralados no teniendo más remedio que defenderse para hacer frente a los cartageneros. Poncio, (Carlos Ríos), jefe de los futbolistas de la Ciudad Trimilenaria, les perdonó la vida, cuando lo más justo hubiera sido obligarles a pasar uno a uno bajo una o tres lanzas horizontales y confiscar sus estandartes y sus armas. No ha podido ser, sí, hubo ocasiones, no se aprovecharon y tuvieron, como avergonzados, volver al vestuario, cabizbajos, somnolientos y con signos de preocupación. La suerte no había pasado esta noche por el Cartagonova para quedarse.

Todo esto que les acabo de relatar es lo que ha sucedido esta noche, que me ha recordado otras, en el Cartagonova, que yo lo he contemplado desde mi ya famosa butaca del fondo sur gracias a esa entrada que, junto a otra, adquirió mi amigo Fulgencio al módico precio de 2 euros y cincuenta céntimos.

Han sido los jerezanos los que se han marchado exultantes, acababan de conseguir el punto necesario para su permanencia en 2º División, y han sido los jugadores del FC Cartagena, únicamente por el resultado, los que han salido humillados y hasta burlados, si Reina no le hubiese parado el penalti a José Mari en el minuto 76, por los jerezanos. Ya saben, la Historia siempre se repite como farsa y es que los de Vicente Moreno han metido a los de Carlos Ríos en una ratonera de la que, pasando los minutos, nadie ha podido sacarlos.

Visto lo visto esta noche, el prestigio del sistema propuesto por Ríos, ¡qué pena o qué grandioso gozo poder verlo los 10586 espectadores que hemos acudido al Cartagonova!, se iba  elevando lacrimoso hacia los cielos y no ha sido suficiente aunque, después del penalti fallado por los jerezanos, pareció que Poncio- Ríos podía llegar a humillarlos y hacerles pasar por el angosto valle y derrotarlos.

Los jerezanos creyeron que sus legiones iban a ser suficientes para derrotar a los de Cartagena, pero sus fuerzas se han revelado muy pequeñas frente a la magnitud del reto que los cartageneristas se habían propuesto alcanzar con el “sí se puede”. Carlos Ríos, perdón, con cara y cabeza de Poncio, me da la sensación de que sí ha leído a Tito Livio, y ha sido después del partido cuando se ha enterado de que Postumio -Vicente Moreno- pudo fracasar con más de 25.000 soldados contra una fuerza muy inferior que conocía aquellos parajes.

Terminado el partido, me he aposentado en Garnacha acompañado de mi amigo Fulgencio comentando lo ingrato que es el fútbol cuando nos vuelve la espalda. No desesperar, la suerte va por barrios y llegará un día o un partido en el que el Cartagena se tomará la revancha y  los samnitas- contrarios- serán aplastados. Como dice el viejo proverbio latino, felicibus brevis, miseris hora longa, que en Román Paladino no dice otra cosa que: “la hora es corta para los felices, larga para los afligidos”. ¡Ay, ay, ay!

Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce”. Dies 5/16: ante diem septimum decimum Kalendas Iunias. Nº 232
http://lamedusapaca.blogspot.com.

El FC Cartagena pasando por las horcas caudinas al Xerez, sólo empató
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